Dos días después que Brandon Lovo y Glenn Slate, los presos políticos condenados por el asesinato del periodista Ángel Gahona, fueron trasladados al Sistema Penitenciario de Bluefields, sus familiares no han podido verlos y hasta ahora siguen esperando que los lleven a sus casas.
Tania Benard, tía de Brandon, dijo que en el Sistema Penitenciario le confirmaron que los jóvenes llegaron a Bluefields en la medianoche del sábado y desde entonces nadie les da razón de ellos.
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Es por ello que este lunes los familiares irán —una vez más— a preguntar por los reos al Sistema Penitenciario.
“No los hemos podido ver, no nos dan información, no sabemos absolutamente nada. Estamos a la espera, a ver si los traen (a casa) o si nos llaman —por lo menos— para avisarnos”, expresó Benard.
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De igual forma, Jeremy Slate, madre del preso político Glenn Slate, dijo: “No sabemos qué está pasando, nos dijeron que los trasladaron aquí (Bluefields) y nada, nada nos han dicho, entonces no sabemos qué está pasando”.
Ambas mujeres expresaron que han pasado muchas horas de angustia esperando noticias sobre sus parientes encarcelados. Además, Benard enfatizó que de momento “solo esperamos que lleguen (a casa) y después que se pueda demostrar que son inocentes y los dejen libres totalmente”.
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Para la familia de Brandon, estos diez meses en que el joven ha permanecido en la cárcel han sido “difícil, porque es difícil estar encontrando ese dinero para ir hasta Managua, para comprarle sus cosas, porque como no vivimos ahí no le podemos llevar cada semana, entonces, cada 21 días nosotros tenemos que llevarle suficientes cosas”, relató Benard.
Horas antes, Carmen Merlo, abuela de Brandon, manifestó que el domingo cuando fueron a preguntar a la cárcel nadie les supo dar razón de los reos. Agregó que la familia no pudo quedarse esperando afuera del Sistema Penitenciario ya que en la ciudad había un fuerte despliegue policial debido a la realización de las elecciones regionales.
Tortura psicológica para la familia
La defensora de derechos humanos Vilma Núñez de Escorcia denunció que la forma en que los jóvenes fueron trasladados a Bluefields, donde los tienen retenidos desde la noche del sábado, es una especie de tortura psicológica para las familias, ya que estas se habían hecho muchas expectativas con el posible cambio de medida cautelar.
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“Esta situación con Brandon y Glen es verdaderamente indignante y además un acto más de tortura para sus madres.
Acabo de hablar con la madre de uno de ellos y todavía no saben nada, ni siquiera los han llamado al Sistema Penitenciario de Bluefields donde supuestamente están”, enfatizó Núñez.