La periodista Leana Astorga es nicaragüense y “por gracia de Dios”, reafirma. Tiene 35 años. Desde hace seis años se le ve en la cadena de televisión Telemundo 51, al sur de Florida, Estados Unidos, la que considera su casa. Pero admite como sus mentores a los periodistas Dino Andino y Lucía Pineda Ubau en los primeros años de su carrera en Canal 2. Hija de periodista. Su madre le inculcó desde pequeña el amor por las letras.
Ha sido nominada 7 veces a los premios Emmy (galardones anuales a la excelencia en la industria de la televisión estadounidense) y ha ganado 3.
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¿Qué es lo primero que hace al levantarse?
Tomar café y leer los diarios.
Un sueño no cumplido.
Tener 6 hijos.
Un secreto.
Mi primer beso lo di a los 18 años.
Su pasatiempo favorito.
Leer, escribir, hablar, bailar y cantar.
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¿Alguna manía o hábito extraño?
Mover los pies cuando estoy acostada para relajarme.
¿Qué personaje nicaragüense le gusta?
El Güegüense y la Gigantona.
¿Un apodo?
Nana, la poeta.
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¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Tirarme de un avión para un reportaje.
¿Ha estado a punto de morir?
Sí. Reportando un tiroteo en la Perla, Puerto Rico.
¿Cree en Dios?
Sí, mucho. Siempre he dicho: “No soy la dueña del mundo, pero soy la hija del dueño”.
¿Qué es lo más raro que ha comido o bebido?
Carne de boa.
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¿Si no tuviera este oficio qué le hubiera gustado ser?
Motivadora, escritora de libros.
Si solo pudiera salvar un objeto de su casa en un incendio, ¿cuál sería?
Mis fotos de infancia.
¿Cuál es el objeto más extraño que tiene?
Alexa, un asistente virtual que me regaló mi hermano.
¿Qué le diría a un extraterrestre?
Bienvenido. Tienes que probar un supervaho con cacao.
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Defínase en una palabra.
Perseverante y soñadora.