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Policía

Hermanos Kevin y Kitzel Pérez Valdivia / LA PRENSA/ M.VÁSQUEZ

Reo político excarcelado narra golpiza a presos en la cárcel La Modelo

Kevin Pérez Valdivia afirma que un escuadrón de fuerzas especiales del sistema penitenciario entró a las celas cargando escudos y lanzando bombas lacrimógenas, gas pimienta y bombas sonoras o aturdidoras

Eran cerca de las 11 de la mañana del 19 de febrero de 2019, cuando los alguaciles del Sistema Penitenciario Nacional “Jorge Navarro” decidieron trasladar a los 130 presos políticos que estaban ubicados en la Galería 16-1 hacia la Galería 17-2, porque supuestamente habían mejores condiciones, pero en realidad era que no había agua potable, relató Kevin Pérez Valdivia, uno de los presos políticos, recién excarcelado por el régimen de Daniel Ortega, bajo el beneficio de convivencia familiar.

“Nosotros improvisamos banderas de Nicaragua con bolsas de plástico azul y blanco y cuando ya casi estábamos por entrar a la nueva galería empezamos a cantar el himno nacional, eso molestó a los guardas y empezaron a golpearnos con los bastones y a patadas. Nosotros nos defendimos con jabones, bolsas de pinol, avena, lo que teníamos a mano”, relató Pérez.

De inmediato ingresó al lugar un escuadrón de fuerzas especiales del sistema penitenciario cargando escudos y lanzando bombas lacrimógenas, gas pimienta y bombas sonoras o aturdidoras. También llevaron a la técnica canina, perros entrenados para atacar, para rodear el perímetro.

“Muchos caímos al piso y nos estábamos ahogando porque no había agua en la galería y ellos nos agarraban a patadas y con el bastón policial”, agregó el afectado.

Según Pérez, uno de los más golpeados fue Johnny Leiva Tinoco, de 24 años, quien no puede defenderse porque no puede mover los brazos, por un problema cervical, después de sufrir un accidente en una moto hace tres años.

“Los funcionarios lo agarraban a patadas en el piso sin piedad y él indefenso, fue difícil verlo y no poder hacer nada porque estábamos en la misma condición, salvo que yo al menos podía protegerme la cabeza con mis manos”, dijo Kevin.

La golpiza terminó cerca de las 2:00 de la tarde calcula el excarcelado. Salieron lesionados cerca de 30 privados de libertad, pero unos seis de ellos con fracturas y heridas de consideración. “El médico tuvo que llegar, porque unos se estaban asfixiando y a otros les tuvieron que poner yeso y hacer puntadas”, agregó.

Entre los más afectados están José Iván González Irías de Jinotega, quien tiene siete puntadas en la cabeza, morados y raspones en todo el cuerpo, rodillas, tobillos y brazos. El autoconvocado Róger Martín Gutiérrez Muñoz también de Jinotega, Jensy Mairena de Matagalpa.

Pérez es originario de Estelí y fue condenado a cuatro años de cárcel por exposición de personas al peligro y obstrucción de funciones contra cuatro policías que andaban armados, durante una marcha en su departamento en demanda de libertad para los presos políticos en especial su papá el abogado Mathil Alexander Pérez Amador también condenado a 11 años y dos meses de prisión por crimen organizado, entorpecimiento de servicios públicos, tenencia y uso de armas restringidas y otros delitos, por apoyar a la protesta cívica contra el régimen.

Max Cruz sigue enfermo

Kevin Pérez, excarcelado de Estelí, relató que dentro de la cárcel se crean lazos de solidaridad y que incluso él hizo huelga de hambre junto a otros compañeros para que atendieran al preso político Max Cruz de la isla de Ometepe, porque tiene infestada la rodilla.

“Ese señor está muy mal de salud, no puede ni ir al baño porque los agujeros donde hacen sus necesidades están casi contra el suelo y él no puede flexionar la rodilla”, dijo Pérez.
Las camas son losetas de concreto angostas. Hay 13 baños para 130 personas.

Max Cruz sigue enfermo

Kevin Pérez, excarcelado de Estelí, relató que dentro de la cárcel se crean lazos de solidaridad y que incluso él hizo huelga de hambre junto a otros compañeros para que atendieran al preso político Max Cruz de la isla de Ometepe, porque tiene infestada la rodilla.

“Ese señor está muy mal de salud, no puede ni ir al baño porque los agujeros donde hacen sus necesidades están casi contra el suelo y él no puede flexionar la rodilla”, dijo Pérez.

Las camas son losetas de concreto angostas. Hay 13 baños para 130 personas.

Nacionales presos políticos represión archivo

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