Con caras de miedo e incertidumbre, decenas de padres de familia esperan, este domingo, en las afueras de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y bajo un inclemente sol a que sus hijos terminen el examen de admisión 2019, comprometiendo el paso vehicular por esa zona.
Aunque las pruebas empezaron a las 9:00 a.m., desde las 5:00 a.m. la zona se empezó a llenar de bachilleres listos para responder el examen de español y matemática; también de motorizados cuya misión es evitar cualquier protesta relámpago contra el régimen de Daniel Ortega.
Las autoridades de la UNAN-Managua, que este 2019 prevén otorgar 9,110 cupos de nuevo ingreso, el año pasado le dieron la espalda a los universitarios que durante dos meses estuvieron atrincherados en el recinto y que fueron sacados por paramilitares a punta de bala, asesinando a dos jóvenes.
Ante la toma de la UNAN-Managua, realizada el 8 de mayo del año pasado, el régimen atacó en varias ocasiones a los estudiantes que estaban dentro, siendo la definitiva y peor la del 13 de julio, al disparar sin parar por más de 14 horas.
En este ataque fueron asesinados los jóvenes Gerald Vásquez y Francisco Flores. El primero recibió un disparo en la cabeza y el segundo en la cara.
Suspendidas otras actividades
Las autoridades de la UNAN-Managua decidieron suspender el sábado y este domingo el resto de actividades regulares, para encargarse exclusivamente en la prueba de admisión, informó en un comunicado el secretario general, Luis Alfredo Lobato.