La primera y única vez que Félix Alvarado pisó Japón regresó con el rostro abollado, pero con las ilusiones intactas. Hace cinco años enfrentó a Kazuto Ioka en Osaka, buscando el título de las 108 libras, pero no logró su cometido. Ahora todo ha cambiado. Nunca se rindió, nunca perdió su enfoque ni redujo sus ambiciones. Le tocará volver al país del sol naciente para pelear el 19 de mayo contra Reiya Konishi, no obstante, defenderá por lo que ha peleado una vida: su corona y destino.
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En ese combate Alvarado no pudo descifrar a Ioka. Peleó con un ojo cerrado, con zapatillas resbaladizas pero con muchas agallas. Tan así que en medio de la debacle de la derrota dejó la sensación que tarde o temprano su corona llegaría. El Gemelo no regresó conforme con el fallo y se prometió en un regreso a Japón no dejarle el trabajo a los jueces. Y en medio de cada gota de entrenamiento se recuerda sus palabras. “Yo voy a noquear”, sentencia el campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) de las 108 libras.
Mucho cuidado
“En este caso de Reiya Konishi debo prepararme lo mejor posible. Me gusta su estilo. Veo que disfruta ir para adelante. No me gusta comparar rivales, pero creo que Konishi es más aguerrido y frontal que Ioka, este último es más pensante y le gusta boxear bastante”, explicó el Gemelo. Sobre el récord de 17 victorias, una derrota y solamente siete nocauts, Alvarado agrega: “Eso puede ser engañoso porque su nivel de oponentes es mejor y eso hace que noquee menos, yo no me dejo llevar por el récord”, agregó.
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Félix Alvarado tiene dos semanas reconcentrado, pero antes ya tenía mes y medio preparándose con relativa calma, corriendo por las mañanas y asistiendo al gimnasio por las tardes. “Tengo todas las condiciones adecuadas en mi campamento y solo espero que llegue la hora para conseguir el triunfo en Japón”, señaló el campeón, quien anhela subirse al ring y demostrar sus destellos.