Los consumidores de combustibles a partir de este domingo pagarán en promedio 23.08 córdobas más caro el galón de gasolina súper de lo que lo compraban en la segunda semana de enero, hace apenas diez semanas.
La situación se ha agravado por otras alzas como la electricidad y los productos de la canasta básica, como consecuencia del impacto de la reforma fiscal que el régimen puso en marcha el 28 de febrero.
Hace diez semanas el galón de gasolina súper se cotizaba en 108.09, mientras que ahora asciende a 131.188 córdobas. Esto como consecuencia de tres meses de “gasolinazos” que ha sufrido este carburante junto con la regular.
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En litros la diferencia es de 6.1 córdobas más caro de lo que se registraba a inicios de enero.
La gasolina súper, demandada principalmente por los nicaragüenses con mayor poder adquisitivo y sobre los que recae la mayor carga impositiva del país, es la que ha subido más de precio. Sin embargo, la gasolina regular y el diesel también registran fuertes alzas en lo que va del año calendario.
En el caso de la gasolina regular, su diferencia con la segunda semana de enero (del 6 al 13) es de 19.26 córdobas por galón y 5.09 córdobas por litro. De modo que el litro de regular costaba 104.049 y ahora cuesta 123.31.
Con respecto al diesel, la diferencia acumulada es de 10.86 el galón y 2.87 el litro. El diesel es el que menos ha subido de todos los combustibles, sin embargo, el galón se encuentra encima de los 110 córdobas y es el que más se consume a nivel nacional.
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En lo que va del año se han registrado tres bajas y nueve alzas en los combustibles, según el monitoreo del Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
Estas variaciones acumuladas sin embargo son mayores en el interior del país, debido a que se le debe incorporar a los precios el costo por distribución de los carburantes, lo que confirmaría que el golpe es mayor para estos hogares.
A partir de hoy las gasolinas súper y regular subieron por litro 0.95 córdobas y 0.45 córdobas, respectivamente. El precio del diesel apenas cederá 0.05 córdobas por litro. Estos precios serán los más altos en lo que va del año.
Según el especialista en hidrocarburos César Arévalo, los precios de los combustibles subieron más que los precios internacionales. “Lo más probable es que se quiera compensar la baja de volumen de ventas debido a la incertidumbre de la situación política y económica”, señaló.
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A nivel internacional el precio promedio del petróleo WTI, de referencia para Nicaragua, es de 59 dólares el barril de crudo. Este precio ha subido, teniendo en cuenta que en febrero era de 55 dólares el barril y en enero fue de 51.2 dólares.
Arévalo considera que los precios de combustibles impactan la economía, generan inflación, afectan los precios de la canasta básica de productos, aumentan los costos de transporte, producción y afectan la competitividad de las empresas que “actualmente se encuentran en modo de supervivencia y muchas podrían cerrar con el impacto de la reforma tributaria y las reformas del INSS”.
El especialista en hidrocarburos afirma que con la actual economía en Nicaragua las petroleras deberían bajar los precios de venta y aún tendrían buen margen que les permitiría resistir la reforma fiscal del INSS. “Estos costos no deberían ser trasladados a los precios de venta. La demanda de combustible debe estar en función de niveles de precios de ventas, porque a menores precios de venta, mayor es la demanda”, dice Arévalo.
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En Nicaragua las importaciones están controladas por empresas ligadas al régimen de Daniel Ortega, según reflejan cifras oficiales.
Consumidores “manos arriba”
Rubén Arriola, del equipo de dirección del Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor (CJSAC), dijo que esta alza agrava la crisis económica de los consumidores nicaragüenses que este año han sido afectados con la reducción del subsidio energético, las reformas fiscal y de Seguridad Social y el alza en los precios de combustibles.
“Todo esto ha golpeado el bolsillo escuálido de los nicaragüenses con esta economía endeble”, agregó.
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El alza de los precios de combustibles afecta a los consumidores porque el aumento de los costos de transporte se traslada al consumidor final. “El consumidor nicaragüense se encuentra manos arriba, porque paga los precios más caros de Centroamérica después de Costa Rica”, recordó Arriola.