Las presiones externas contra el régimen de Daniel Ortega se reactivaron esta semana, en el marco de las tensiones internacionales de Estados Unidos por la presencia militar rusa en Venezuela, y por el lento y poco transparente progreso en la mesa de negociación que mantiene el régimen con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
El último en sumarse fue el senador republicano Marco Rubio, al enumerar cinco condiciones que debe garantizar Ortega.
Lea: Senador Marco Rubio publica fotos de dictadores antes y después de ser derrocados
Para el político estadounidense, la comunidad internacional tiene que exigir la libertad incondicional e inmediata de todos los presos políticos, libertad de expresión y movilización, garantías de seguridad para el retorno de exiliados, desarme de los grupos paramilitares y elecciones adelantadas “que sean libres e incluyentes”.
“Esas 5 condiciones son indispensables para el avance de la democracia en Nicaragua”, aseveró Rubio. Agregó que espera pueda retornar al país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), expulsada por Ortega en diciembre de 2018.
Estoy al tanto de las negociaciones entre la @AlianzaCivicaNi y el régimen de Ortega y Murillo en #Nicaragua. La comunidad internacional debe exigir que se cumplan las siguientes condiciones para un diálogo sensato y productivo: 1/4
— Senator Rubio Press (@SenRubioPress) 28 de marzo de 2019
Antes de las declaraciones de Rubio, el vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, habló sobre Venezuela y pidió “libertad para la gente de Nicaragua” cuando participaba en una actividad de una universidad de Florida. Asimismo, el senador Bob Menéndez instó al Departamento de Estado a realizar una evaluación para saber si Nicaragua, Venezuela y Cuba pueden ser sancionados por comprarle armas a Rusia, y desde el viejo continente el eurodiputado Ramón Jáuregui advirtió que el Parlamento Europeo tiene la mirada sobre Nicaragua con sanciones pendientes de aprobar si fracasan las negociaciones.
Lea además: Régimen orteguista reprime mientras dialoga
Desde el 27 de febrero, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y el régimen retomaron una mesa de negociación en la que la dictadura se comprometió el pasado 20 de marzo a liberar a todos los presos políticos en un plazo no mayor de noventa días, pero hasta el momento no ha sacado a ninguno.
El Gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea encabezan la lista de la comunidad internacional que presiona a Ortega a que cese la represión y se retome el camino del diálogo para salir de la crisis sociopolítica que, según la CIDH, en este contexto han muerto 325 personas.
Resistencia ciudadana ante intransigencia
Desde septiembre de 2018 el régimen de Ortega mantiene prohibidas las movilizaciones en su contra. Si alguien quiere realizar una marcha, debe solicitar permiso previo a la Policía Orteguista, y las veces que se ha hecho han sido prohibidas.
Puede leer: Delegación de eurodiputados visita cárcel “La Esperanza” y El Chipote para hablar con los presos políticos
Pese a esta situación, la resistencia cívica sigue en pie. Al estar prohibidas las manifestaciones, y hasta ondear la bandera de Nicaragua en lugares públicos, los ciudadanos que se identifican con la bandera azul y blanco se han sumado al pitazo nacional y para este sábado se ha convocado a la llamada “Sentada nacional”.
Once meses de represión
La represión del régimen de Daniel Ortega inició el 18 de abril de 2018, cuando un grupo de ancianos salió a protestar en la ciudad de León por una reforma a la seguridad social. Horas después lo hacían jóvenes en Camino de Oriente y la Universidad Centroamericana. En estos lugares las turbas golpearon y robaron a los manifestantes azul y blanco, así como a los medios de comunicación que brindaban cobertura.
Puede leer: Las tres recomendaciones de la Unión Europea para que se retome el diálogo nacional en Nicaragua