En las últimas semanas las autoridades de la Alcaldía de Managua han anunciado con pompa el inicio de programas y proyectos para la ciudad, pero es evidente que los alcances y la ejecución presupuestaria para este 2019 es menor que en años anteriores.
Mientras que el 2018 inició con una proyección de cuatrocientos proyectos y programas, en este 2019 la cifra no llega ni a trescientos; además que la mayoría de obras que aparecen en el Plan de Inversión Anual (PIA) son menores, más si tienen que ver con la vialidad de la capital.
El concejal Agustín Cedeño, miembro de la bancada del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), hizo un comparativo entre el primer trimestre del 2018 y la misma fecha de 2019 y observó una disminución considerable en la cantidad de proyectos.
“El rumbo que llevamos, con la recesión del país y con los créditos cerrados y con todas las dificultades que están claramente vistas, es difícil que se cumpla con todo. Sin embargo creo que la Alcaldía hará lo que sea posible para darle a Managua ese desarrollo y que sirva como cortina de humo para despejar un poco la realidad del país”, explicó Cedeño.
Según el Sistema de Compras y Contrataciones del Estado (Siscae), en lo que va del año la municipalidad de Managua reporta 49 procedimientos para compras de bienes y servicios. Algunos procesos están vigentes, otros en evaluación, ejecución y unos adjudicados.
Estrepitosa caída de fondos
La Alcaldía de Managua inició el 2018 con un presupuesto general de ingresos y egresos que llegaba a los 6,617 millones de córdobas, pero al estallar la crisis sociopolítica cerró diciembre con 4,560 millones de córdobas. En los meses de mayor represión, por parte del régimen de Daniel Ortega, los capitalinos dejaron de pagar sus impuestos. Fue a partir de julio que retomaron sus obligaciones tributarias.
Para este 2019, cuando la crisis se ha acentuado, el presupuesto se fijó en 4,707 millones de córdobas.
El presupuesto de Managua está conformado con fondos propios, que provienen de las recaudaciones de impuestos; donaciones, transferencias municipales y préstamos de entidades bancarias.
Por su crecimiento constante de forma horizontal, cada año la ciudad de Managua demanda más dinero para su mantenimiento y construcciones nuevas.