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Rubén Darío en sus años de juventud llega a Chile. Pintura de Mauricio Rizo. LA PRENSA/Cortesía

Los raros en “Los Raros” de Rubén Darío. O ¿Quiénes son hoy los “Los Raros” de Rubén Darío

Descubra el nombre de los 21 "raros" que Rubén Darío menciona en su libro Los Raros (1896), así otros otros "raros" de la literatura que aparecen en el buscador universal, el Google

– La rara ductilidad de origen latina del español

La lengua española, el código lingüístico que Rubén Darío embelleció y transformó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, posee una rara característica: su ductilidad  absorbente o sea una probada capacidad de obtener préstamos en léxico y en menor medida, en sintaxis, de otras lenguas indoeuropeas.

Esta capacidad de la lengua española probablemente sea una herencia genética del latín, el cual al interactuar con diversas lenguas durante el vasto imperio romano dio origen a las bellas lenguas romances, donde destaca el español.

Lea: Los Raros, obra de Rubén Darío, en Guatemala

Nuestra lengua posee una matriz latina que traía un poderoso léxico griego, después obtuvo préstamos de las lenguas celtas e íberas, del árabe, del hebreo y luego del descubrimiento de Abya Ayala (nombre que los aborígenes kuna le daban al continente que los europeos bautizarían como América) tomó préstamos del maya, quechua, mapuche, taíno, etc.

A partir del renacimiento europeo esta capacidad de enriquecerse de la lengua española al interactuar con otras culturas se ha demostrado no sólo en los sustratos del habla popular donde es extraordinariamente rica, sino que ha sido una labor explícita de programas estéticos de renovación poética cuyos protagonistas en el tiempo han sido los siguientes poetas: Garcilaso de la Vega quien se apropia de formas poéticas italianas en el siglo XVI, Rubén Darío quien se apropia de formas poéticas francesas en el siglo XIX y Ernesto Cardenal quien se apropia de formas poéticas del inglés norteamericano en el siglo XX.

Es notablemente raro que dos de los renovadores poéticos en lengua española sean nicaragüenses: Rubén Darío y Ernesto Cardenal.

Hago esta breve introduciendo para que consideremos un amplio contexto lingüístico y poético basal que nos posibilite una aproximación al libro Los Raros de Rubén Darío, desde una perspectiva fundacional de la unidad latinoamericana e iberoamericana.

Lea además: Rubén Darío: 10 curiosidades sobre el Príncipe de las letras castellanas

– Rubén Darío es el raro por excelencia

La primera interrogante que me asalta al asediar el texto Los Raros de Rubén Darío nace de una obviedad en la que vale la pena reparar. ¿Es raro el autor de Los Raros?

Para mi Rubén Darío es raro desde su  nacimiento en un olvidado pueblito del norte de Nicaragua. Este evento posee el  aura de una verdadera epifanía, en el sentido de aparición de algo maravilloso.

Recordemos que Félix Rubén García Sarmiento nace en Nicaragua un 18 de enero de 1867, cuando Nicaragua tenía escasos 46 años de haberse “independizado” de la corona española y  cercanos 11 años de haber terminado la guerra nacional en contra de los filibusteros esclavistas norteamericanos capitaneados por William Walker.

Rubén Darío nace durante el gobierno conservador del General Tomás Martínez, quien asume la conducción del país que había estado sumido en la anarquía política, la anomia ciudadana y la depredación extranjera. Un panorama nada halagüeño es el contexto del nacimiento de Rubén Darío en una Nicaragua con condiciones de pobreza y aislamiento, aparentemente adversas para cualquier proyecto de revolución literaria y transformación cultural para toda una lengua.

Es absolutamente raro que la revolución literaria, la transformación lingüística y la evolución de las culturas americanas y peninsulares, lograda por Darío es algo totalmente inesperado. Nadie esperó que esto ocurriera desde una Nicaragua ubicada en esa “atrasada” América Latina de finales del siglo XIX.

Aunque los veamos como hechos inexplicables, lo cierto es que las élites nicaragüenses poseían la información pertinente, contenidas en muchos libros de las Bibliotecas de León y Managua que Darío devoró. Luego vinieron las lecturas de Bibliotecas en las repúblicas de El Salvador y de Chile. Más los intercambios personales con los intelectuales, poetas,  periodistas y políticos ilustrados de estos países, hicieron que la trascendental obra de Rubén Darío eclosionara como una flor que perfumó y transformó la literatura, la lengua y la cultura que construimos en español peninsular –con sus distintas variantes dialectales- y en español latinoamericano –con sus diversas variantes dialectales-.

Poesía, literatura, lengua y cultura fueron transformados y revolucionados por Rubén Darío y el movimiento modernista bajo la divisa de una estética (la reflexión filosófica sobre qué es lo bello, la belleza y el arte), ácrata (que no rinde culto a ningún poder) y libertaria (que coloca la plena libertad creadora como condición ideal para producir arte).

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Bajo esta divisa libertaria se produce el proceso de modernización de la cultura iberoamericana, que en los aspectos económicos (desarrollo de sus fuerzas productivas) educativos, científicos, tecnológicos, políticos y artísticos se venía quedando a la zaga  respecto del desarrollo logrado por sociedades como la británica, la estadounidense,  la francesa, la alemana,  la de los países bajos, la italiana y la rusa.

Debemos estar conscientes los nicaragüenses, que esta transformación cultural no la logra solamente el raro Rubén Darío, sino que él es el Gran Capitán, la figura señera, cimera y destacada que libera este proceso amplio y magnífico donde se involucran cientos de intelectuales ibéricos y americanos que han sido receptivos en asimilar y aportar a la labor de Rubén en la poesía, el cuento, el ensayo y la crónica escritas en español. La figura histórica de Rubén Darío es precursora y clave en concebir no sólo la unidad latinoamericana sino la iberoamericana.

Aquí podemos apreciar la importancia de la poesía, la literatura, la lengua  en las transformaciones culturales de una sociedad. La lengua es el principal medio de creación, transformación y trascendencia de una cultura.

De esto era muy consciente el raro Rubén Darío al concebir y ejecutar su programa estético en fructíferos 49 años de vida. Darío poseía un vasto conocimiento de las capacidades y potencialidades de la lengua española. Este conocimiento de la lengua, de la poesía en español y su espíritu moderno y cosmopolita, lo convierten en un raro espécimen periférico que liderará la revolución literaria y cultural conocida como modernismo. Una revolución que nace en la periferia, América Latina y penetra a la metrópoli, España.

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Ahora interroguemos el significado del libro Los raros en esta rara revolución rubendariana.

– Significado y trascendencia de Los Raros de RD: Octavio Paz, JEA, Pere Gimferrer, Sonia Contardi y Anastasio Lovo.

El libro Los Raros de Rubén Darío (Buenos Aires, 1896), si bien no gozó ni goza de los favores de un gran público lector, contiene los textos y el tejido teórico literario que avala, justifica, promueve y proyecta una nueva sensibilidad, una nueva concepción y una nueva práctica de la escritura en lengua española.

El brillante académico y acucioso dariano, Doctor Jorge Eduardo Arellano en su imprescindible obra Los raros:  una lectura integral (Managua, 1996)  afirma lo siguiente: “Con esta nueva perspectiva, que coloca al modernismo dentro del proceso de transformación de la Europa finisecular con sus elementos definidos –universalización literaria, secularización ideológica y rebeldía social-, perfilamos con mayor claridad la tensión interior que gravita en Los Raros: el vademécum –como dice Octavio Paz- de la nueva literatura surgida en el continente americano de lengua española.”

Por otro lado la dariana argentina, Sonia Contardi, en su magnífico estudio preliminar a la edición de Losada de Los raros de Rubén Darío (Buenos Aires, 2011), intitulado: Los raros y otras crónicas literarias  de Rubén Darío en los periódicos de Buenos Aires. Linaje y pensamientos literarios hispanoamericanos, en su acápite El blasón modernista, escribe lo siguiente: “La mirada externa de Darío, su peregrinaje por literaturas ajenas procesó, junto a los nuevos materiales estéticos de la modernidad literaria, una certeza: los europeos no nos leen, nuestra literatura es frágil, nuestro pasado poco sólido. Parte de su viaje se sostendrá por esta razón en un proyecto: hacer que Europa vuelva los ojos a una tierra, la americana, portadora de un flamante lenguaje simbólico.

La construcción de un blasón, que dé cuenta de un linaje, es una urgencia que se le presenta a su contemporaneidad. Quizás Los Raros, salido de sus crónicas en La Nación, escrito en sus palabras, “para servir a la aristocracia intelectual de las repúblicas de lengua española”, y con el deseo vehemente de “hermanarse a los compañeros de Europa” sea el gesto más sólido de su actitud fundadora.”

Actitud fundadora cumplida que se convertirá en el blasón de este raro Rubén Darío que por esa práctica libertaria en lo literario y lo social, por esa aristocracia del pensamiento se convertirá en ese ser poético maravilloso  que  es piedra angular en la unidad latinoamericana e iberoamericana y a quien llamamos el Príncipe de las Letras Castellanas.

– La pregunta de Pere Gimferer y las respuestas de Juan Pablo Villalobos: ¿Qué es hoy lo raro, quienes son hoy los raros?

Juan Pablo Villalobos, crítico literario de la revista Letras Libres de México, ha publicado un interesante artículo sobre Los Raros en el cual evidencia el cuestionamiento del poeta catalán Pere Gimferer. Leamos a Villalobos:

En 1985, también en Barcelona, Pere Gimferrer emula a Darío y publica su propia concepción de lo raro en Los raros. “¿Qué es hoy lo raro, quiénes son hoy los raros?”, se pregunta Gimferrer y alude a Darío: “Para Rubén, lo raro y los raros no podían ser sino lo opuesto a la tradición o lo simplemente ajeno a ella. En tal sentido, lo raro y los raros formaban parte de una estrategia respecto a esa tradición; eran fuerzas de choque, catapultas contra las murallas desconchadas de la preceptiva.” Para Gimferrer, casi cien años después de Darío, la ausencia de una verdadera tradición literaria provocaba que ya no hubiera más “murallas que asaltar”. La comarca de los raros se había extendido casi sin límite, todo podía ser raro, y concluye con una provocación: “Raro es lo mal leído o mal comprendido o mal difundido.”

También Juan Pablo Villabos nos habla de una mitología de los raros y dice:

La mitología de los raros se ha construido no solo mediante apologías, sino, y principalmente, por la metodología del descarte. Los raros son los ignorados por la crítica, los vilipendiados por las instancias legitimadoras del mundo literario, los desconocidos de los lectores no especializados (llámense escritores, académicos o periodistas).

Habla de los raros utilizando la connotación geométrica de excentricidad, establece la tensión entre excentricidad y centralidad canónica; y colige Villalobos que lo raro debe ser necesariamente escaso.

¿Cuál será la idea de tradición literaria que construirá el futuro? Nuestros raros, nuestros marginales, nuestros excéntricos, por arte de este desplazamiento, ¿llegarán a ocupar el centro?, ¿llegarán a ser canónicos?

¿Por qué nos gusta lo raro? Nos gusta lo raro por su carácter secreto, por una intuición que nos empuja a lo prohibido. Lo raro es lo anómalo, como lo entendía Foucault. Nos gustan los escritores-monstruo, que combinan lo imposible con lo prohibido. Los corregibles incorregibles, que se resisten a cumplir las reglas postuladas desde el poder literario. Los escritores-masturbadores, que se esconden de los vigilantes. Los inasimilables al sistema normativo. El lector se acerca a ellos seducido por la promesa de una intimidad extrema, casi exclusiva, reservada a unos cuantos iluminados. Es el mismo impulso que mueve al fanático al enrolarse a una secta. El lector también quiere ser un transgresor, el lector también se cree singular, extraordinario, original, en resumen: un lector digno de participar en la ceremonia de los raros.

Por definición tendría que haber muchos menos raros de los que postulamos. Lo raro tendría que ser, necesariamente, escaso. Con seguridad podríamos purgar las listas extirpando, por ejemplo, vanguardistas. Aunque el raro y el vanguardista comparten la lucha contra el canon, el vanguardista racionaliza, crea manifiestos, tiene sentido gregario y es profundamente moralista.

5 – ¿Quiénes son ahora los raros?

La lista de los raros para Rubén Darío contiene 21 nombres y es la siguiente:Camilo Mauclair, Edgard Allan Poe, Leconte de Lisle, Paul Verlaine, El conde Matías María Augusto Villiers de L’ Isle Adam, Leon Bloy, Jean Richepin, Jean Moréas, Rachilde, George D’Esparbés,  Augusto de Armas, Laurent Tailhade, Fra Domenico Cavalca, Eduardo Dubus,Teodoro Hannon, El conde de Lautréamont, Paul Adam, Max Nordau,Henrik Ibsen, José Martí, Eugenio de Castro.

– Los raros en google

Si un joven contemporáneo, estudiante de literatura se diera a la tarea de averiguar quiénes son los raros en internet, encontraría en el buscador universal y más popular, Google, los siguientes resultados:

  1. Camille Mauclair: 7,420 resultados en Google no está en la Wikipedia en español.
  2. Edgard Allan Poe: 8 480, 000 resultados en Google, está con un gran artículo en la Wikipedia en español y ahí se cita a RD sobre EAP en Los Raros.
  3. Leconte de Lisle: 214,000 resultados en Google, está con un pequeño artículo en la Wikipedia en español y no se cita a Los Raros ni a Rubén Darío.
  4. Paul Verlaine: 643,000 resultados en Google, está con un breve artículo en la Wikipedia en español y no se cita en él a Los Raros ni a Rubén Darío.
  5. El conde Matías Augusto Villiers de L´Isle Adam: 432,000 resultados en Google, está con un brevísimo artículo en la Wikipedia en español y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  6. León Bloy: 52,300 resultados en Google, está con un pequeño artículo en la Wikipedia en español y en él no se citan Los Raros ni a Rubén Darío.
  7. Jean Richepin: 361,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un brevísimo artículo de nueve líneas y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  8. Jean Moréas: 115,000 resultados en Google, está con un artículo de un párrafo de seis líneas y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  9. Rachilde: 96,500 resultados en Google, está con un breve artículo en la Wikipedia en inglés y en él no se citan ni Los Raros ni a Rubén Darío.
  10. George D’Esparbés: 132,000 resultados en Google, está con un mínimo artículo en la Wikipedia en francés y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  11. Augusto de Armas: 11,300 resultados en Google, está con un brevísimo artículo de tres líneas en la wikipedia en español y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  12. Laurent Tailhade: 63,100 resultados en Google, está con un pequeño artículo en la Wikipedia en inglésd y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  13. Fra Domenico Cavalca: 2,320 resultados en Google, está con un brevísimo artículo en la Wikipedia en italiano y en él no se citan ni a Los Raros ni a Rubén Darío.
  14. Eduardo Dubus: 1 830,000 resultados en Google, no está en ninguna de las Wikipedia, hay un artículo titulado Nadie habla de Eduardo Dubus, en éste y otros artículos y entradas se  citan varias veces a Los Raros y a Rubén Darío.
  15. Teodoro Hannon: 490,000 resultados en Google, no está en las Wikipedias y hay varias entradas con citas a Los Raros y a Rubén Darío.
  16. El conde Lautreamont: 745,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un artículo mediano, al final de éste entre los Recursos de Interés se citan Los Raros de Rubén Darío.
  17. Paul Adam: 476,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un breve artículo y en él no se citan Los Raros ni a Rubén Darío.
  18. Max Nordau: 275,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en inglés con un breve artículo y en él no se mencionan Los Raros ni a Rubén Darío.
  19. HenrikIbsen: 864,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un breve artículo y en él no se citan Los Raros ni a Rubén Darío.
  20. José Martí: 1 520,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un artículo mediano y en él se menciona a Rubén Darío como uno de los precursores del modernismo junto a Martí pero no hay ninguna cita de Los Raros.
  21. Eugenio de Castro: 3, 710,000 resultados en Google, está en la Wikipedia en español con un breve artículo de seis líneas y en él no se mencionan Los Raros ni a Rubén Darío.

Si agrupamos estos datos de mayor a menor búsqueda en Google obtendremos una información –no necesariamente científica- pero sí indicativa al menos de la presencia en Google del grupo de escritores presentados hace 117 años por Rubén Darío.

  1. Grupo azul con más de un millón de resultados: 1. Edgard Allan Poe, 2. Eugenio de Castro, 3. Eduardo Dubus y 4. José Martí.
  2. Grupo negro con más de medio millón de resultados:1. Henrik Ibsen, 2. El Conde de Leautremont y 3. Paul Verlaine.
  3. Grupo verde el más numeroso, con más de cien mil resultados pero hasta medio millón: 1. Teodoro Hannon, 2. Paul Adam, 3. Villiers de L´isle Adam, 4. Jean Richepin, 5. Max Nordau, 6. Leconte de L´isle, 7. George D´Esparbés y 8. Jean Moreas.
  4. Grupo rojo, el más raro y escaso, con menos de 100 resultados en Google: Rachilde, 2.Laurent Tailhade, 3. León Bloy, 4. Augusto de Armas, 5. Camille Mauclaire, 6. Fra Domenico Cavalca.

Conclusiones:

  1. Los menos raros en cuanto a información disponible en internet serían el grupo azul y el grupo negro. Dentro de este grupo en mi modesto entender siguen siendo raros y han creados fructíferas escuelas universales: Edgard Allan Poe, Leautremont y Paul Verlaine.
  2. Medianamente raros en cuanto a información disponible en internet sería el grupo verde, el más numeroso.
  3. Los rarísimos por la escasez de la información sobre ellos disponible en internet sería el grupo rojo. Rachilde, 2.Laurent Tailhade, 3. León Bloy, 4. Augusto de Armas, 5. Camille Mauclaire, 6. Fra Domenico Cavalca.

Cultura Los raros Rubén Darío archivo

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