Lejos de una mejora en la economía, en los meses posteriores al estallido de la crisis la situación empeoró para los hogares nicaragüenses, lo que provocó que al término de 2018 el consumo de este segmento económico cayera en 7,148 millones de córdobas, lo que se traduce en un aumento de la pobreza general y extrema, que ha tardado años en reducirse.
De hecho, la caída del consumo nacional —que incluye la demanda de los hogares—, la formación bruta de capital, las exportaciones e importaciones también incidieron en que el Producto Interno Bruto (PIB) en el 2018 cerrará con una caída del 3.8 por ciento.
Con base en 2006 —año de referencia para los indicadores de la economía nacional—, en el 2018 el consumo de los hogares sumó 141,861 millones de córdobas frente a los 149,009 en el 2017, es decir una merma de 7,148 millones de córdobas, revela el informe anual del PIB, publicado por el Banco Central de Nicaragua.
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Solo en el cuarto trimestre (octubre-diciembre), el consumo de los hogares se redujo 9.7 por ciento, muy por encima del 5.8 y 6.5 por ciento de contracción que hubo en el segundo y tercer trimestre del año pasado, respectivamente, revelan datos del BCN.
En el último trimestre, que suele estar dinamizado por la llegada del aguinaldo y remesas por las fiestas navideñas y de fin de año, los hogares gastaron 35,034 millones de córdobas, o sea, por debajo de los 38,797 millones en igual periodo el año anterior.
Caída de consumo aumentaría la pobreza
El problema es que el consumo de los hogares está íntimamente ligado con el comportamiento de la pobreza en Nicaragua.
El economista Luis Murillo manifestó que la caída en el consumo indica que el país habría retrocedido un quinquenio en cuanto a pobreza. “La pobreza general habrá incrementado un 5 por ciento y la pobreza extrema un 7 por ciento, ¿qué significa eso? Que mientras no haya arreglo (político) cada día se deteriora más el sistema económico y afecta a las personas con menores niveles de consumo”, sostuvo.
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A finales del año pasado la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg) advirtió que si en el contexto de convulsión actual el consumo se contraía drásticamente, la pobreza general se ubicará a niveles no vistos desde antes de 2009.
Para ello, Fideg planteó posibles escenarios de caída del consumo familiar y señaló que por cada punto de caída en el consumo, la pobreza general va a incrementar un 1.3 por ciento adicional y, en el caso de la pobreza extrema, por cada punto porcentual que se reduzca el consumo esta aumentará 2.6 por ciento.
Tomando de referencia que el consumo de los hogares cayó 4.8 por ciento, la pobreza general habría incrementado 6.24 por ciento el año pasado.
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En el caso de la pobreza extrema, habría subido 12.48 por ciento adicionales a las tasas estimadas por Fideg.
De tal manera que si la pobreza general en el 2017 fue de 41.2 por ciento, en el 2018 se habría ubicado en 47.44 por ciento, superior al nivel de pobreza que se tenía en el 2009, que era del 44.7 por ciento, según las estimaciones de pobreza de la Fideg.
En el caso de la extrema, esta pasó de 8.4 a 20.88 por ciento, basado en la tasa estimada por la Fideg el año pasado.
Funides: 2 millones de personas vivirán con US$1.79
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) en un reporte de coyuntura 2018 detalla que si la crisis sociopolítica no se resuelve este año, miles de personas continuarán cayendo en pobreza y para 2021 este flagelo azotará a más de la mitad de los nicaragüenses.
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Según las estimaciones de Funides, si este año no se logra una salida a la crisis política, “entre 1.9 y 2 millones de personas vivirán con 1.79 dólares o menos diario”. Además, esa cantidad de pobres se habrá ensanchado a más de la mitad de la población en el 2021 y con ello “Nicaragua podría alcanzar niveles de pobreza similares a los (años) noventa”.
En términos globales, el consumo nacional pasó de 169,750 millones de córdobas, inferior a los 177,658 millones de córdobas registrados en el 2017. Esto significó una merma de 4.5 por ciento.
Perspectivas 2019
De 18 actividades relacionadas con la venta de productos y bienes de consumo interno, diez experimentaron una contracción en el 2018.
El economista y docente Luis Murillo señala que el impacto será más fuerte este año con la reforma a la Ley de Concertación Tributaria, porque el consumo se va a contraer más y, por tanto, las perspectivas de caída pueden ser mayores debido a que muchas empresas están en una situación precaria.