Aunque el tránsito vehicular estaba despejado a las 6:00 p.m. en la avenida de Camino de Oriente y en la rotonda Jean Paul Genie de Managua, los vehículos comenzaron a pitar a las 6:00 p.m., este miércoles que estaba convocado el “pitazo nacional” en ese sector.
El “pitazo nacional” es otra forma de protesta ciudadana contra el régimen de Daniel Ortega. Fue convocado por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), bajo la consigna de “pitazo nacional por la libertad”.
Lea además: Policía Orteguista se toma las instalaciones de Metrocentro ante convocatoria de protesta
La Policía Orteguista se mantuvo vigilante en todo ese sector, aunque algunas personas que acostumbran frecuentar ese lugar, manifestaron que los policías mantienen los locales sitiados desde el 18 de abril pasado, cuando comenzó la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles que demandan la salida de Daniel Ortega del poder.
Las patrullas policiales se podían ver frente a los comercios y restaurantes.
Camino de Oriente emblemático
Camino de Oriente es un sitio emblemático en Managua, para las personas que se manifiestan contra Ortega. Fue ahí donde comenzó represión el pasado 18 de abril de 2018 contra un grupo de estudiantes universitarios que salieron a protestar contra las fallidas reformas a la Seguridad Social. Los estudiantes fueron agredidos y robados por miembros de la Juventud Sandinista, organización afín al régimen de Daniel Ortega, a la vista y paciencia de la Policía. Al día siguiente, el 19 de abril, la represión contra las protestas se cobró las primeras tres personas muertes: un adolescente, un trabajador y un policía.
Actualmente existe un reporte de más 325 muertos por la represión, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Puede leer: Análisis: ¿Conspira la Policía Orteguista por medio de la represión contra los acuerdos?
Represión
El régimen de Daniel Ortega mantiene a las fuerzas policiales en las calles, para evitar nuevos levantamientos sociales.
El régimen logró aplastar las manifestaciones civiles con ataques armados, persecución y detención de quienes lideran las protestas, hasta que finalmente las criminalizó a través de un comunicado de la Policía, el pasado 28 de septiembre, en el que amenaza con cárcel a quienes “convocan a estos desplazamientos ilegales”.