El sacerdote Mario Sánchez, de la parroquia San José, en Sabana Grande, Managua, fue claro en señalar a la pareja presidencial, Daniel Ortega y Rosario Murillo, como la autora de la masacre de ciudadanos durante la revolución de abril de 2018, que dejó centenares de muertos, encarcelados políticos y miles de personas en el exilio.
“Para que haya diálogo tienen que estar en libertad (los presos políticos) y, como yo se los he dicho a ustedes y no es primera vez que se los digo, los primeros que tienen que estar presos y condenados a cadena perpetua son ellos: quienes gobiernan”, aseguró, en referencia a Ortega y Murillo.
Encarcelados por pedir libertad y democracia
En la homilía del domingo pasado, la que concelebró junto a monseñor Silvio José Báez, explicó que quienes han buscado la libertad y democracia por Nicaragua hoy están presos.
También lea: Daniel Ortega acusa de golpistas a los obispos nicaragüenses en su discurso del 19 de julio
“No son los jóvenes, muchos hombres y mujeres, periodistas y campesinos, que no han hecho nada (para estar presos), simplemente han luchado por la libertad y la democracia en nuestro país”, expresó el sacerdote durante la homilía, para luego recibir muchos aplausos de los fieles de la parroquia San José.
“Una pareja genocida”
El religioso sostuvo luego de la homilía que Ortega y Murillo son quienes han dado las órdenes para asesinar a los jóvenes que han perdido la vida durante las protestas cívicas.
“Son ellos (Ortega y Murillo) los que han mandado asesinar a los jóvenes, porque son ellos los que verdaderamente dan las órdenes a la Policía Orteguista, ya no es la Policía de Nicaragua ; obedece a un criminal, que obedece a una pareja, la cual es genocida porque ha matado a Nicaragua, que la tienen en un declive”, sostuvo el sacerdote católico.
El religioso aseguró que en Nicaragua no se podría aplicar la justicia a la pareja presidencial, pero advirtió que “a ellos no se les va a hacer justicia aquí en Nicaragua, pero está la justicia internacional”.
La masacre contra los ciudadanos
Durante la masacre iniciada en abril de 2018 contra los ciudadanos que protestaban en distintas partes de Nicaragua, los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pudieron constatar que la masacre contra los ciudadanos vino del uso excesivo de la fuerza tanto de las fuerzas policiales como paramilitares del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ortega ha señalado que los informes de la CIDH y la ONU, sobre la represión estatal, han sido parcializados a favor de “los golpistas”, como el dictador califica a los ciudadanos que han salido a la calle a demandar su salida del poder, para que se pueda restituir la democracia en Nicaragua, lo que pasa por elecciones anticipadas.