A lo largo de 65 años se ha honrado como Héroes y Mártires de Abril, a los 24 nicaragüenses civiles y militares asesinados en el frustrado alzamiento armado contra la dictadura somocista, ocurrido el 4 de abril de 1954. De aquellos Héroes y Mártires 22 murieron cazados y acribillados a balazos en los cafetales de Carazo y los campos de Montelimar y los otros 2 fueron asesinados en prisión.
En la actualidad hay que honrar también a los Héroes y Mártires de Abril de 2018, los centenares de compatriotas que murieron peleando en los tranques en defensa de sus vidas, o asesinados en las protestas pacíficas, durante el alzamiento popular contra la dictadura de Daniel Ortega que estalló en abril del año pasado. Igualmente son heroicos los presos políticos que a pesar de estar encarcelados siguen luchando por la libertad; y los familiares de todos los muertos, desaparecidos, encarcelados, exiliados y perseguidos que sufren la represión vengativa de la dictadura.
El alzamiento de abril de 1954 contra la dictadura del general Anastasio Somoza García, lo mismo que la insurrección cívica de abril de 2018 contra la dictadura del comandante Daniel Ortega, son hechos históricos paralelos. Ambas dictaduras son iguales hasta en su aberrante pretensión dinástica. Las dos pervirtieron las instituciones democráticas con el propósito de atornillarse en el poder para siempre. Y los ideales de los Héroes y Mártires de Abril de 1954 son los mismos de los Héroes y Mártires de abril de 2018.
El alzamiento armado de abril de 1954 contra la dictadura somocista fue para que en Nicaragua hubiera libertad, democracia y justicia. La lucha de aquellos Héroes y Mártires de Abril era para que todos los nicaragüenses tuvieran derecho de escoger libremente a sus gobernantes en elecciones honestas. Ellos no pretendían hacer una revolución ni inventar una nueva sociedad inspirada en utopías delirantes, como ocurrió en 1979 cuando los falsos libertadores derrocaron a la tiranía somocista para imponer su propia dictadura.
Por eso decimos que los ideales de los héroes y mártires de abril de 1954 son los mismos de los héroes de abril de 2018. Se trata de objetivos antiguos pero actuales de todos los nicaragüenses que quieren libertad, democracia y justicia, y luchan por ellas levantando como única bandera la azul y blanco de la patria, no la de ningún partido político hegemónico ni de alguna ideología mesiánica y excluyente.
Pero también hay que decir que el paralelismo de los sucesos de abril de 1954 con los de 2018, es un reproche histórico a los nicaragüenses que han permitido —por malas decisiones políticas o por indiferencia—, la reincidencia de la nefasta dictadura.
Ahora, sin embargo, hay esperanza de que con el triunfo de la lucha azul y blanco autoconvocada, libre de ideologías partidistas, el régimen de Ortega y Murillo termine siendo la última dictadura en la historia nacional.