La recesión económica que vive Nicaragua a raíz de la crisis sociopolítica que este mes cumple un año sin ser resuelta, habría propiciado una caída en el consumo de energía no visto antes, revelan las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN).
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Los números del BCN detallan que en el 2018 se demandó en total 3.3 millones de megavatios, cifra inferior a la de 2017, cuando se consumió 3.4 millones de megavatios, lo que implica una merma de 2.9 por ciento, cuando el consumo crecía cada año entre 3.5 y 4.5 por ciento.
Del consumo total el 35.8 por ciento corresponde al uso residencial, que el año pasado utilizó 1.2 millones de megavatios, igual a lo que se consumió en el 2017.
Cae demanda energética industrial
Mientras tanto, la demanda de electricidad en la industria cayó un 4.7 por ciento, con respecto al promedio de consumo del año 2017, ya que en el 2018 se usó 753 mil megavatios, dato inferior a los 790 mil consumidos el año anterior.
Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), señaló que esta contracción en el sector podría ser el resultado de varios factores.
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“Primero desde hace muchos tiempo venimos implementando medidas de ahorro y eficiencia energética, y por otro lado, tenés el impacto de la crisis sociopolítica que provocó el cierre de empresa, el año pasado cerraron 2,500 empresas medianas y 85 empresas grandes”, dijo Maltez.
Maltez señala que para el sector industrial, la factura de energía representa hasta un 20 por ciento de los costos operativos.
Y aunque la industria nacional representa el 0.88 por ciento de los consumidores de energía, o sea, menos del uno por ciento de todos los clientes de la empresa distribuidora de energía, concentra entre el 23 y el 28 por ciento de la demanda nacional eléctrica.
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Asimismo, el sector comercial consumió menos energía, lo que provocó una caída del 4.6 por ciento con relación al 2017. Este sector consumió el año pasado 830 mil megavatios frente a los 870 mil que se usaron en el 2017.
A excepción del consumo comercial e industrial, la demanda en sectores como irrigación, bombeo y alumbrado público creció escasamente.
Compra de fuel oil
Además que el consumo de energía eléctrica retrocedió, el informe anual 2018 detalla que ese año se importó 16 millones de dólares en fuel oil, que se utiliza para la generación de electricidad, cuando un año antes se importó 23 millones, es decir una merma de 7 millones de dólares, lo que implica una contracción del 28.7 por ciento.
Esto concuerda con la caída en la demanda energética, pues el 51 por ciento de la matriz energética de Nicaragua es no renovable, o sea, que usa fuel oil. De hecho, en enero de este año la factura petrolera (petróleo crudo, fuel oil, derivados y lubricantes) fue de 72.8 millones de dólares, inferior a los 95.1 millones de dólares en enero de 2018.