La Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció como representante de Venezuela al enviado del presidente interino de ese país, Juan Guaidó, quien celebró la decisión tomada por una mayoría de 18 países miembros de dicha organización.
En dicha votación, el delegado por Nicaragua se abstuvo y hasta este martes el régimen de Daniel Ortega, aliado de Maduro, guardaba silencio sobre la decisión de la OEA de reconocer al delegado de Guaidó.
Un comunicado de la cancillería del dictador Nicolás Maduro rechazó la decisión de la OEA.
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“Con la ilegítima aceptación de un fantoche político (…) la OEA convalida el plan de golpe de Estado iniciado el 23 de enero”.
El ministerio se refería a la fecha en que Guaidó se asumió como presidente interino, luego que el Parlamento declarara “usurpador” al dictador, alegando que su reelección fue fraudulenta.
Para el régimen de Maduro, esta resolución del Consejo Permanente “pretende crear condiciones para profundizar la agresión injerencista (…) incluyendo la amenaza de una intervención militar” de Estados Unidos.
Tras un encendido debate, Gustavo Tarre fue aceptado este martes como “representante permanente designado de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela ante la OEA”, en una resolución aprobada por 18 votos a favor, nueve en contra, seis abstenciones y una ausencia.
Guaidó, reconocido por más de cincuenta países como presidente interino, consideró que la decisión saca “definitivamente al usurpador” de la OEA, tras lo cual su enviado será quien asuma la representación del país en el Consejo Permanente.
“Logramos el cese de la usurpación en la OEA, y así seguiremos hasta hacerlo en Venezuela”, escribió en Twitter el jefe del Legislativo, a quien la Cancillería tildó de “títere político designado por Donald Trump”.
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Además el mandatario interino mencionó que con la aceptación de su encargado Gustavo Tarre Briceño, su gobierno tendrá mayor presencia en la OEA. Según Guaidó, ahora podrán activar más mecanismos para alcanzar la libertad de Venezuela.
El gobierno de Maduro calificó como un “acto nulo y carente de legalidad” cualquier decisión que no provenga de sus delegados ante la OEA, y dijo que “no estará obligado a cumplir ninguna de las disposiciones” que adopte un “procónsul de Washington”.
Asimismo, ratificó la decisión de abandonar la Organización de Estados Americanos el próximo 27 de abril, como lo había decidido en 2017. Venezuela “no puede permanecer en una organización arrodillada a los intereses imperiales y supremacistas de la administración estadounidense”, afirmó.
En declaraciones del 18 de febrero de este año, Tarre aseguró que Venezuela no abandonaría la OEA, tal como lo solicitó Maduro.
En abril de 2017, Venezuela se convirtió en el primer país en solicitar su salida de la OEA, al denunciar la carta fundacional del mecanismo de 1948, medida que se hará efectiva al cabo de dos años.
“Una de las primeras decisiones que (Guaidó) tomó fue retirar la solicitud de denuncia de la carta de la OEA introducida por Maduro”, sostuvo Tarre.
Hasta que hayan elecciones libres en Venezuela
Tarre Briceño estará en el cargo “hasta que se celebren nuevas elecciones y el nombramiento de un gobierno democráticamente electo”, según la resolución.
El embajador fue nombrado por la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, el pasado 22 de enero “con el propósito de coordinar con esa organización las acciones necesarias para el restablecimiento del ordenamiento constitucional” en el país caribeño.
Este martes durante la sesión la votación se realizó de la siguiente manera:
Países a favor: Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, Jamaica, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana y Santa Lucía votaron a favor de la propuesta de Colombia.
Países en contra: Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Grenada, México, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Abstenciones: Barbados, El Salvador, Guyana, Nicaragua, Saint Kitts y Nevis, y Trinidad y Tobago. Belice no participó en esta sesión.
Deuda de Venezuela con la OEA
El anuncio en 2017 de la salida de Venezuela dejó en el aire una deuda de 8.7 millones de dólares de cuotas atrasadas, más los 1.8 millones que le correspondía abonar a ese país ese año.