Los nicaragüenses que se fueron huyendo de la represión y persecución de la dictadura de Daniel Ortega y su pareja Rosario Murillo, no pretenden regresar bajo el “programa sobre el retorno voluntario asistido de los nicaragüenses en el exterior”, que dio a conocer el régimen.
Ni siquiera con el supuesto apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que promete la dictadura en el documento oficial.
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La líder campesina Francisca Ramírez, exiliada en Costa Rica desde el año pasado, dijo que Ortega no ha dado ninguna muestra de voluntad para creer que va a respetar su integridad física si regresa al país.
Ramírez le pidió a la OIM que antes de apoyar a Ortega se reúna con los exiliados para escuchar sus demandas.
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Entre sus condiciones, Ramírez mencionó la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la libertad incondicional de los presos políticos, el desarme de los paramilitares y la movilización libre de los nicaragüenses: “Mientras no se haga eso, solo son papeles firmados que el pueblo no cree, porque sabemos que son astutos y que siempre tratan de engañar a la comunidad internacional para mandar un mensaje de que todo está normal”.
Ramírez fue uno de los líderes del descontento de los campesinos por la Ley del proyecto del Canal Interoceánico desde 2014 y en 2018 se sumó a la protesta nacional, lo que le valió persecución, acosó e intimidación de la Policía Orteguista (PO) y de los simpatizantes del régimen.
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El estudiante universitario Lesther Alemán, exiliado en Estados Unidos, manifestó que regresará al país hasta que se garanticen todas las libertades públicas y el respeto a los derechos humanos, lo que, según él, no existe en el país todavía.
“Si no hay garantía para los derechos humanos de los nicaragüenses que están dentro del territorio, menos que la haya para los que estamos fuera”, dijo Alemán.
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Alemán recordó que Ortega no ha cumplido ni uno de los compromisos firmados en la mesa de diálogo con la oposición agrupada en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
En ese sentido, Alemán explicó que este “programa de retorno” incumple con los acuerdos de las negociaciones, porque fue presentado de forma unilateral y no en consenso con la Alianza Cívica.
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Alemán fue el estudiante que habló en representación de los universitarios en la primera etapa del diálogo (entre mayo y junio de 2018) cuando le habló de frente a Ortega, para pedirle que se rindiera y dejara el poder.
También se tuvo que ir del país por las amenazas y la persecución de la Policía Orteguista y los simpatizantes de la dictadura.
El sociólogo, disidente del Frente Sandinista (partido gobernante) y crítico del régimen orteguista, Óscar René Vargas, también exiliado en Costa Rica, aseveró que “en las condiciones que propone el gobierno no es posible regresar”.
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“Solamente cuando liberen a los presos políticos, cesen la represión, desarmen a los paramilitares, se restablezca las libertades y los derechos de todos los nicaragüenses”, dijo el sociólogo.
Manual Díaz, director de Bacanalnica, una publicación digital que critica con humor las acciones del régimen orteguista, también se niega a regresar al país bajo las condiciones de Ortega.
Díaz dijo que la primera muestra que tiene que dar Ortega para confiar en regresar al país “es dejar de matar”.
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El periodista Luis Galeano, acusado por el régimen de terrorismo; el activista Yaser Morazán; el abogado Uriel Pineda, exmiembro del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh); Álvaro Leiva, defensor de derechos, son otros nicaragüenses exiliados que no regresarían al país por no confiar en la dictadura Ortega-Murillo.
“Programa de retorno”
El régimen de Daniel Ortega dio a conocer este lunes un “programa sobre el retorno voluntario asistido de los nicaragüenses en el exterior”, “que salieron del país en el contexto de los hechos acaecidos a partir del 18 de abril del 2018”.
El programa detalla que “cuenta con el apoyo y asistencia técnica de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)”.
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El régimen asegura en el documento que “garantizará que las personas que retornen voluntariamente sean recibidas bajo el programa de retorno voluntario asistido, acompañado con la asistencia técnica de la OIM y con el apoyo de la cooperación internacional”.
El “programa de retorno” también indica que “cubre a todas las personas que no tienen causa judicial abierta ni acusación formal de autoridad competente, por los hechos acaecidos a partir del 18 de abril de 2018; ni a los autores y/o acusados de delitos comunes, cometidos en cualquier tiempo, prófugos de la justicia”.