Aunque no hay cifras oficiales, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha identificado que el acceso a un techo en Costa Rica sigue siendo de los principales desafíos para los nicaragüenses que han llegado en el contexto de la crisis sociopolítica.
Este organismo, que debido al aumento de solicitudes de refugio de nicaragüenses ante las autoridades costarricenses ha ampliado su cooperación, revisa con otros actores el plan de respuesta humanitaria porque el drama de los exiliados es evidente.
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“Muchas de las viviendas donde viven (los nicaragüenses) se encuentran en malas condiciones y en muchos casos son alquiladas por varias familias o individuos para poder cubrir los gastos. Las personas en condición de calle que se acercan al Acnur son consideradas como casos de urgencia y se les prioriza la asistencia humanitaria de parte del Acnur”, destacó a LA PRENSA Jean Pierre Mora, encargado de Comunicación del Acnur en Costa Rica.
El pasado 16 de abril este organismo de la ONU publicó una nota donde señala que “un año después del inicio de la crisis política y social en Nicaragua, alrededor de 62,000 personas han huido a países vecinos, de las cuales la inmensa mayoría (unos 55,000) ha buscado refugio en Costa Rica”.
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Un equipo de LA PRENSA estuvo en suelo costarricense en febrero pasado, para entrevistar a refugiados que huyeron de la represión del régimen de Daniel Ortega, la que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha dejado 325 personas asesinadas en el contexto de las protestas.
La intención era retratar cómo vivían allá, cuáles eran sus limitaciones y cómo sorteaban las mismas al no tener a ningún familiar que les ofreciera casa y comida. Al estar a la buena de Dios.
Durante dos semanas se viajó a diferentes ciudades, se realizaron entrevistas y se convivió con algunos de ellos. El drama estuvo presente todo el tiempo por las carencias de espacio para acomodarse o la falta de alimento.
Migración histórica versus causada por crisis
Pese a que el país vecino de Costa Rica ha tenido una migración histórica de nicaragüenses, siendo la principal razón la situación económica, en estos 12 meses de crisis se elevó la cantidad, según la Dirección General de Migración y Extranjería de esa nación.
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Cifras oficiales revelan que en el año 2015 se recibieron 38 solicitudes de refugio, en el 2016 fueron 68 personas, al año siguiente 67 y en el 2018 —cuando estalló la crisis— se elevó a 23,138.
El plan en el que se trabaja
Mora señaló que el plan de respuesta humanitaria interinstitucional en el que se trabaja para atender a los nicaragüenses que han huido de la represión “tiene como fin dar apoyo al gobierno para abordar las necesidades más inmediatas de los solicitantes de asilo. Sin embargo, es un plan en el que aún se encuentra trabajando el Acnur junto con otros socios de la ONU, por lo que aún no hay detalles de los componentes y alcances finales del mismo. En cuanto el plan esté listo, se emitirá un comunicado con los detalles”.