Como un manoseo político calificó el catedrático Ernesto Medina el papel que realiza las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León (UNAN-León), al obligar a los estudiantes que vean documentales elaborado por elrégimen orteguista.
“La universidad no debe seguir siendo manoseada por un partido político, ni por autoridades incompetentes”, compartió Medina desde su página de Facebook.
El educador se mostró preocupado ante esta nueva violación a la autonomía universitaria y cuestionó de qué manera la actividad contribuiría a la formación de los estudiantes.
“¿En qué contribuyen estas actividades a mejorar la cada vez más deficiente calidad de la formación que están recibiendo los estudiantes de esta universidad?”, manifestó.
La UNAN-León presenta desde este lunes 6 de mayo el trabajo “Documentales 180 grados: Claves de la verdad en las aulas universitarias”, en horario de clases.
Las presentaciones, que se realizarán durante todo el mes de mayo, cuentan con una determinada hora para cada facultad y grupo de internados..
Según la programación de los documentales, la universidad invertirá por lo menos 180 horas para estas actividades. “¿Se van a reponer las horas perdidas en estas actividades?”, se preguntó Ernesto Medina.
Jóvenes siguen por la lucha de la autonomía
Alejandra Centeno, miembro de Acción Universitaria —grupo conformado por estudiantes expulsados y exiliados de la UNAN-Managua- expresó que los estudiantes tienen inconformidad con la presentación de los documentales pero “tratan de no ser confrontativos” por miedo a represalias.
“Todos sabemos que las cosas están mal, que está pasando algo pero nadie dice nada por miedo a que te expulsen”, refirió Centeno.
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Asimismo comentó que el objetivo de Acción Universitaria es mantener la unidad entre los estudiantes y luchar por la autonomía de las universidades.
Campaña contra la Alianza Cí
Paralelo a las presentaciones de los documentales orteguista, los seguidores orteguistas iniciaron una campaña en contra de Juan Sebastián Chamorro, miembro de la Alianza Cívica y parte de las negociaciones con la dictadura de Daniel Ortega.
La campaña se refiere una recolecta de firmas para exigir que Chamorro sea expulsado de las negociaciones.
Los motivos, según el orteguismo, es por “atentar contra la paz y la estabilidad del pueblo nicaragüense”, y por “boicotear” al Estado y Policía Orteguista.
Dicha campaña ha llegado a al personal docente y administrativo de la UNAN-León, así como a los sindicatos del Siproes, que se ven obligados a firmar dicha propuesta.
