El periodo lluvioso está por iniciar en el país y las obras de drenaje pluvial sobre el cauce El Borbollón, en el sector de Ciudad Belén, apenas comienzan a ejecutarse.
A juicio del concejal del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Carlos Bonilla, esa situación es solo una muestra más de que la ciudad de Managua no está preparada para las lluvias y como resultado habrán inundaciones.
“Estamos viendo que no se organizaron bien y el año pasado pasó lo mismo. Siempre están priorizando otros tipos de trabajos como el bacheo, pero se tuvo que desarrollar la obra de drenaje”, criticó Bonilla.
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Para este 2019, según el Plan de Inversión Anual (PIA), solo siete obras de drenaje se construirán, cuando la necesidad es mayor.
El revestimiento de la tercera etapa del cauce Domitila Lugo, mejoramiento del drenaje en el barrio Macarally, otro en el barrio Walter Ferretti, ampliar la descarga de la micropresa de Villa Fontana, construir dos desarenadores hidráulicos en Ciudad Belén y otras obras para el control de escorrentías en el cauce La Primavera y 31 de Diciembre son los únicos proyectos para este año.
Problema con el agua que escurre
Las autoridades municipales han reconocido que las escorrentías superficiales son las que más daño causan en la ciudad, sin embargo no desarrollan programas para potenciar la infiltración del agua de lluvia. Al contrario, cada vez hay menos capa boscosa y se impermeabilizan los suelos.
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A esto se le suma que el sistema de drenaje pluvial de Managua es obsoleto, porque su capacidad hidráulica es menor para el crecimiento de la ciudad.