Aun cuando David Green no logró saltar los márgenes, ni alumbrar el futuro mediante su excepcional talento como se había anticipado, sí logró alcanzar niveles que no son transitados por muchos.
Fue una estrella en el deporte nacional (tanto en el beisbol como en atletismo), se convirtió en el cuarto nicaragüense en subir a las Grandes Ligas y dejó huellas en la pelota invernal mexicana.
Precisamente de México llega una buena noticia para David: será exaltado al Salón de la Fama de los Yaquis de Ciudad Obregón, equipo con el que fue campeón de la liga y líder de los bateadores.
Green encabezó a los artilleros de la Liga Mexicana del Pacífico en 1981, al acumular .321 (302-97) de average, disparó seis jonrones y remolcó 41 carreras, mientras los Yaquis conquistaban la cima del torneo invernal.
David fue además, uno de los favoritos de los fanáticos en Ciudad Obregón, y de los niños en especial. Así que los Yaquis han decidido rendirle homenaje incorporándolo a su Salón de la Fama.
La información fue dada a conocer por el presidente de los Yaquis, René Arturo Rodríguez Gómez, mientras se continúa a la expectativa por conocer quiénes acompañarán a David en la promoción 2019-2020.
Green será el jugador número 31 del equipo de Ciudad Obregón en ingresar al salón de los inmortales, en el que están figuras legendarias que brillaron en tierras aztecas y en Ligas Mayores como Felipe Montemayor y Rubén Amaro, lo mismo que Karim García, entre otros.
Después de brillar con los Yaquis, David subió a Grandes Ligas con los Cardenales y en seis campañas resumió .268, con 31 jonrones y 180 remolques. También jugó en San Francisco y en Japón.
Ahí mismo en México, el pinolero actuó para Tabasco, Monterrey y Aguascalientes, en la Liga Mexicana, y en 191 partidos, acumuló .336 en su promedio, 31 jonrones y 126 impulsadas en tres campañas.
Green, quien fue ganador de medalla de plata con la Selección Nacional de Beisbol de Nicaragua en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín, Colombia, en 1978, estableció también récord nacional de salto largo en 1977 en los Centroamericanos de El Salvador, con 7.12 metros, registro que se mantuvo vigente durante once años.
También jugó en la Serie del Caribe de 1985 en Mazatlán, México, con los Tigres de Licey, con quienes se coronó campeón en la liga dominicana. Ese año fue miembro del equipo Todos Estrellas en el clásico caribeño junto a Jorge Bell y Chris Jones, en el outfield. Bateó .285 y “fusiló” a tres corredores en home desde el rightfield.
David radica en San Luis, Missouri, donde fue contactado por los Yaquis, a fin de garantizar su presencia en este homenaje, en el que se volverá a reunir con astros del beisbol y con su exmánager, Lee Sigman, también ya inmortalizado en el Salón de la Fama de los Yaquis.
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