El 2019 parece ser el año de Byron Bonilla. El granadino de 25 años, después de años de sacrificios y dificultades superadas, cumplió un sueño de niño: debutar en la Primera División de Costa Rica. Esa oportunidad se la dio el Municipal Grecia y no la desaprovechó brillando con su atrevimiento con el balón que le permitió escalar el peldaño más alto: el Deportivo Saprissa, uno de los clubes más importantes de Centroamericana.
Saprissa anunció este miércoles por la tarde que Bonilla es uno de sus nuevos refuerzos para la próxima temporada. Su arribo era casi un hecho a falta de la confirmación. “Llega cedido por dos años desde el Sporting San José”, señala el comunicado que no explicó si al final de ese tiempo el jugador será comprado o renovado. Tampoco si se indemnizó por el préstamo al club dueño de ficha.
Bonilla llega a petición del entrenador Walter Paté Centeno, quien le dio la oportunidad de mostrarse en Grecia y al pasar a dirigir al equipo Morado -Así se le conoce al Saprissa- una de sus peticiones al finalizar la temporada fue el nicaragüense, un jugador que desde abajo ha venido abriéndose paso hasta llegar al máximo nivel. Y quiere más.
En 2016 Bonilla llegó al Sporting San José de la Liga de Ascenso. Ahí empezó a mostrarse poco a poco. Al finalizar ese año debutó en la Selección de Futbol. Su fuerte no son los goles -marcó 26 en Segunda-, sino su descaro y habilidad en el uno contra uno. Cada temporada mostraba madurez en el juego y era evidente que estaba listo para retos mayores. Grecia le dio la oportunidad de mostrarse en Primera División y la capitalizó llegando al Saprissa.