Ante las fuertes críticas que circulan en las redes contra Walmart Nicaragua por no sumarse al paro nacional de 24 horas, la compañía atribuyó su decisión de no abrir sus tiendas a que como transnacional no pueden participar en asuntos políticos internos de los países donde operan, según respondió el área de Comunicación Corporativa de la empresa a consultas enviadas por LA PRENSA.
“Como empresa internacional debemos ser respetuosos de los procesos internos en cada uno de los países en donde operamos y, como tal, debemos inhibirnos de participar en sus asuntos políticos”, respondió Walmart a través de un correo enviado a este Diario.
No obstante aclaró, “que la decisión de abrir nuestras tiendas o no, no debe interpretarse como una señal de apoyo o de rechazo a cualquier sector en discordia en la coyuntura de cualquiera de los países donde operamos”.
Además indicó que sobre cualquier situación como la que afronta Nicaragua lo que siempre va a primar será el servicio al cliente.
“El servicio a nuestros clientes siempre se impondrá al decidir en situaciones como la que actualmente afronta el país, siempre y cuando las condiciones para operar se den”, precisó al tiempo que recordó que en Nicaragua tiene a 4,000 trabajadores y “nuestra misión de ahorrarles dinero a todas las familias nicaragüenses para que puedan vivir mejor”.
En los tres paros nacionales anteriores Walmart se había sumado a dichas manifestaciones cívicas.
En las redes sociales los cibernautas reclamaron por la decisión de la transnacional de abrir sus tiendas de Palí, Maxi Palí y La Unión, los que según recorridos realizados por LA PRENSA, lucieron vacíos durante casi todo el día, en rechazo de la población por dicha medida. También sus formatos Walmart estuvieron bastantes desolados.
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Algunos nicaragüenses recordaron con fotografías que durante los saqueos que se llevaron el año pasado, ordenados por el régimen de Daniel Ortega, fueron los ciudadanos que se volcaron a defender las tiendas, que le costó la vida a una persona y otros están presos. Los saqueos fueron orquestados por ciudadanos afines al régimen ante la vista y paciencia de la Policía Orteguista.
En Nicaragua, también operan otras transnacionales, también de capital estadounidense, que se sumaron al llamado de la Alianza Cívica por la Justicia, que demanda la liberación de presos políticos, así como una investigación exhaustiva del asesinato hace ocho días del estadounidense y preso político Eddy Montes en la cárcel La Modelo, muerto por varios disparos por parte de los custodios.
Amenazas a distintos sectores
A diferencia de los tres paros anteriores, el régimen de Ortega en esta ocasión desde un día antes vertió una serie de amenazas contra distintos sectores, incluyendo la banca nacional, a la que advirtió con quitarles la licencia de operación si cerraban sus sucursales.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri admitió ayer durante el llamado a paro nacional de que las amenazas eran una realidad y que posiblemente esto provocaría que algunas empresas no se sumaran a este esfuerzo cívico por temor.
De hecho la banca nacional emitió un comunicado donde adujo que abriría sus sucursales bajo protestas ante la amenaza de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), dirigida por Luis Ángel Montenegro, de sancionarlos.
Durante este día del paro de 24 horas salieron a las calles las fuerzas de choque de la dictadura para fotografías los locales que se sumaron a la paralización del país.