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Hugo Ríos Castillo con su esposa Rosa Rivas Tinoco y su hijo, de 5 años. LA PRENSA|LUIS EDUARDO MARTÍNEZ M.

Excarcelado Hugo Ríos: Todo preso político que llega a la cárcel es torturado día y noche

A Ríos los custodios le partieron la cabeza, le arrancaron cuatro uñas, lo golpearon varias veces. Sin embargo dice que no se arrepiente de haberse manifestado

Las cicatrices que Hugo Ríos Castillo, de 47 años, tiene en la cabeza y otras partes de su cuerpo son la evidencia de las golpizas y las torturas que habría sufrido mientras estuvo preso en las cárceles de El Chipote y La Modelo, en Managua, según él, “por levantar la bandera azul y blanco” y protestar en contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Ríos, un obrero de múltiples oficios, incluyendo albañilería, fue uno de los 51 presos políticos excarcelados por el régimen orteguista este 30 de mayo, Día de la Madres. Familiares y amistades lo recibieron en su casa ubicada en el barrio Cinco de Junio, al noreste de la ciudad de Matagalpa, en la antigua salida al municipio de San Ramón.

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El excarcelado fue recibido en su casa con una bandera azul y blanco.

“Fui secuestrado el 23 de julio (de 2018) por levantar esta bandera”, dijo Ríos. En esa fecha, policías llegaron y allanaron su casa y supuestamente en un patio hallaron un arma de fabricación artesanal con capacidad para disparar simultáneamente dos cartuchos de escopeta calibre 12. La Fiscalía lo acusó en Matagalpa por tenencia o portación ilegal de armas, pero días después fue acusado en Managua por terrorismo y otros delitos.

Luchó desde los 12 años

Ríos contó que “estuve seis días en Matagalpa pero me llevaron a El Chipote. Jamás me voy a arrepentir porque soy un luchador en contra de este gobierno de Daniel Ortega desde la edad de 12 años, cuando empuñé un fusil contra ese gobierno”.

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Desmovilizado de la antigua Resistencia Nicaragüense, Ríos incursionó a la política en 1993 y “desde entonces sigo luchando, votando con mi cédula en contra de este gobierno y hoy lo sigo haciendo levantando esta bandera y diciéndole al pueblo que no hay que callar”, enfatizó.

Además, aseguró que, en la cárcel, “con este régimen criminal, mercenario que tiene Nicaragua todo preso político que llega allí es torturado día y noche, psicológica y físicamente, como estas heridas que tengo en la cabeza”.

Según el relato de Ríos, mientras estaba en El Chipote, además de golpearlo, también lo colgaron de una mano y un pie, para obligarle a decir quién dirigía las protestas en Matagalpa y a nivel nacional.

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“Eran golpes tras golpes… tengo rajada la cabeza, me sacaron cuatro uñas, ya casi no se ve porque hablamos de que han pasado diez meses, pero las cicatrices de la cabeza sí se ven todavía”, dijo Ríos, mientras se inclinaba para mostrarlas.

Pensó lo matarían

Dijo que había perdido las esperanzas porque “a cualquier hora me podían matar como a don Eddy Montes… ese día (16 de mayo) fuimos 97 (presos) heridos”.

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En La Modelo, relató Ríos, las golpizas también fueron frecuentes. “Ellos (custodios) abrían las puertas y se metían entre 20 y 30 guardias que nos lanzaban al piso y comenzaban a golpearnos”.

Según él, solo por haber participado en las protestas desde el 18 de abril de 2018 en Matagalpa. Dice que cuando lo detuvieron “no me encuentran armas de ninguna categoría. Lo único que me hallan es banderas de Nicaragua y de un partido en el que, como aliado, corrí como candidato a diputado departamental”.

El sueño de su esposa

Rosa Rivas Tinoco, esposa de Hugo Ríos, se despierta todos los días a las 2:00 a.m. para preparar el maíz que usa en su venta de tortillas. La madrugada de este 30 de mayo despertó inquieta. “Es que tuve un sueño bien raro, porque miraba un revoluto aquí en la casa y miraba a los hermanos (de la iglesia evangélica a la que asiste) y decía: ‘¿qué pasaría?’, pero me levanté a orar sin saber qué pasaría… ya después me puse a arreglar, hasta que en la mañana me empezaron a llamar al celular y no quería contestar”, contó Rivas.

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Agregó que, después de varios intentos, respondió la llamada. Era un familiar de otro preso político matagalpino, quien le avisaba que estuviera lista porque su pareja estaba en una lista de excarcelados.

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