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Jonathan Loáisiga

Edgard Rodríguez C.

Zona de Strikes: Cheslor Cuthbert caliente, pero necesita afinarse

Cheslor Cuthbert ha arrancando a tambor batiente, pero necesita ser consistente para ganarse un lugar en la alineación diaria de los Royals

Es difícil esconder el entusiasmo generado por el regreso de Cheslor Cuthbert a las Grandes Ligas. En medio de una temporada plagada de lesionados, el costeño ha emergido como un faro en medio de la penumbra. Sin embargo, quizá convenga tomar las cosas con calma.

Cuthbert, de 26 años, inició su carrera en 2010 revestido de enormes expectativas, no solo por el bono por el que firmó (US$ 1.3 millones), sino porque efectivamente disponía de las herramientas necesarias para ser proyectado como un jugador de impacto en las Mayores.

Y a pesar de frecuentes destellos de su potencial, Cuthbert ha sido asediado por lesiones y en otros momentos por inconsistencias en su desempeño, al extremo que cinco años después de su debut, sigue tratando de estabilizar su carrera y consolidarse como un big leaguer.

El punto culminante de su carrera lo logró en 2016, cuando resumió .274 con 12 jonrones y 46 remolques en 128 juegos. De forma lineal tuvo .274/.318/.413 (average/sobre las bases/slugging), es decir, cifras cercanas al promedio de un antesalista en las Mayores. Y se esperaba siguiera creciendo en 2017.

En lugar de eso, fue atacado por lesiones en la muñeca, espalda baja y cadera. Tuvo que descansar. Se redujo su tiempo de juego drásticamente, mientras ciertos índices negativos emergían de modo preocupante: recibió menos bases, se ponchó más, dejó de mostrar poder y disminuyó su average.

En 2016, Cuthbert tuvo 510 apariciones al plato y recibió bases en el 6.3 por ciento de ellas, mientras se ponchaba en el 18.8 por ciento de las oportunidades. En el 2017 la tasa de bases bajó a 5.9 y la cantidad de ponches subió a 25.5 por ciento, con .231 de promedio, ya cuando batalla con las lesiones.

En el 2018, el promedio ofensivo se redujo incluso a .194 con cinco extrabases en 117 apariciones al plato y 23 ponches. Las lesiones se agudizaron y los Royals pasaron de mostrar muchas esperanzas en él, ha perderlas casi de un momento a otro. Lo designaron por asignación y lo enviaron a AAA.

Ahora está de vuelta, luce más maduro, mejor enfocado y con variantes en su forma de pararse en home y en la ruta de su swing. Tiene .417 (12-5) de promedio, que es excelente, pero se poncha seis veces y no recibe bases. Ojalá esos no sean malos indicadores, pero Cheslor necesita tronar consistentemente.

Hasta ahora, o impacta la bola para un hit o se poncha. En sus 12 turnos, el nica tiene más ponches (6) que hits (5). Necesita afinar su capacidad para hacer contacto con la bola. Eso no garantiza hits, pero en algún momento pueden caer de imparables. Pero si no le pega a la bola (se poncha) no habrá oportunidades.

Quizá lo más importante es que Cuthbert aún está joven, es trabajar serio y después de su paso por las Menores no desea regresar ahí. Sin embargo, como decíamos arriba, necesita tronar porque cuando Hunter Dozier esté saludable, volverá a su puesto en tercera y eso reducirá el tiempo de juego del nica.

Sigue a Edgard Rodríguez por Twitter: @EdgardR 

 

 

 

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