Los nicas ante un juego que nadie imaginó.
Nicaragua tendrá este viernes a las 6:00 p.m. el juego más importante de su historia futbolística. Medirse a la Selección Nacional de Argentina y con el mejor jugador de esta época en sus filas, es algo a lo que no se había expuesto nunca el modesto equipo nacional, pero ahora lo hará.
Y tiene esta oportunidad porque pasó de ser un equipo que jugaba a no ser goleado, con un terrible déficit de carácter y atenazado por sus complejos, a una tropa con personalidad y que juega con un estilo que le identifica, mientras propone en lugar de replegarse.
Este es un grupo de muchachos que se ha ganado este privilegio histórico de jugar contra la Argentina de Messi. De la mano del entrenador Henry Duarte, se han empeñado en rescribir la historia del futbol pinolero y lo han conseguido pese a nuestra incredulidad.
Ahora ha llegado el momento de gozar ese privilegio y qué mejor manera que hacerlo sino entregándolo todo en el campo de juego, a pesar de cualquier desventaja o limitación de cualquier tipo. A la Argentina hay que admirarla, porque es admirable. Luego a jugar contra ella.
Hace unas semanas, mientras ofrecía una charla a estos seleccionados, les decía que vieran hacia atrás y recordaran sus inicios en la calle, el predio baldío o la escuela. Y que luego apreciaran donde están ahora, de frente a un juego contra un equipo bicampeón del mundo.
Se ha avanzado. Bastante. Lo que pasa es que, si cada futbolista se mide respecto a Messi, se va a decepcionar, pero cuando se mide respecto a uno mismo, la perspectiva cambia y es cuando se logra apreciar el resultado y los progresos de un esfuerzo en medio de las precariedades.
De modo que el momento de jugar contra Argentina se acerca y pase lo que pase, hay que reconocer que este grupo de muchachos se ganó el privilegio de ser tomados en cuenta para un partido de esta magnitud. La gran interrogantes será descubrir qué harán en el juego.
Sigue a Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR