El campeón mundial de las 108 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Félix Alvarado, regresó la semana pasada al gimnasio. Sabe que dormirse un poco podría significar ceder el trono y eso no está en sus planes. “Confieso que he fallado unos días porque he pasado tiempo con mi familia y he asistido a algunas invitaciones, pero a partir del lunes estaré de lleno completamente”, indicó el Gemelo.
Alvarado y su manejador William Ramírez tienen el mismo objetivo: regresar a Japón. Parece que ambos tienen claro ese detalle porque en el país del sol naciente se paga mucho menos impuesto que en Estados Unidos y hay mejores bolsas para los pesos pequeños. “Por supuesto que me gustaría pelear con Ángel Acosta, pero no ganaría lo mismo que haciendo otra pelea en Japón, mi manejador quiere siempre lo mejor para mí y seguiré sus indicaciones”, explicó.
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Con Alvarado nunca existe el problema si estará listo a tiempo para su siguiente presentación, como sucedía con Rosendo Álvarez, quien a pesar de ser uno de los más grandes boxeadores del país, su irresponsabilidad en los entrenamientos le hizo tragar mucha saliva. “El tiempo idóneo que me gustaría volver es en tres meses. Me gustaría terminar el año con tres peleas y defender otra vez en septiembre, todavía hay tiempo aunque también comprendo que siendo campeón mundial el número de combates se reduce”, agregó.
Pensando en frío y ya analizada su primera defensa contra Reiya Konishi el Gemelo sacó algunas conclusiones. “Estoy peleando contra Grandes Ligas del boxeo donde cualquiera te puede arrebatar el cetro. Eso me recordó a Chocolatito cuando peleó por primera vez en Japón no pudo noquear. Konishi aguantó y desafió mi pegada”, señaló el campeón quien se enfocará en los entrenamiento en alargar sus combinaciones. “Puedo seguir mejorando y ese será mi siguiente escalón en trabajo técnico”, concluyó.