Ahora que las suspicacias en relación a los bates del Frente Sur de Rivas se han desvanecido, quizá es momento para apreciar todo lo que el equipo sureño está haciendo en esta temporada del beisbol superior.
Lo más reciente es haber desplazado al Bóer como el equipo de mejor desempeño en el torneo, aunque lo hizo por una nariz, pero lo logró. Rivas tiene 30-12 (.714), contra 32-13 (.711) de la tribu.
Como ha sido usual, Rivas ha tenido como fundamento su picheo abridor y su defensa. Siempre ha corrido bien y con agresividad, aunque no necesariamente sean robadores de bases.
La gran novedad de los sureños ahora es que batean con poder. Salvo uno que otro cañonero en el pasado, los de Rivas han sido bateadores de contacto, inteligentes al correr y siempre ponen al equipo delante de todo.
Este año, Carlos Estrella se ha comportado como se espera lo haga un verdadero líder de staff, hasta el extremo de ser el lanzador más efectivo de la liga y va rumbo a 100 éxitos.
A los cañoneros los encabeza Víctor Duarte, quien ha mostrado una mezcla de tacto y poder que se no veía desde los días de Juan Cabrera. Duarte infunde respeto cuando no temor al batear.
Claro, Estrella no está solo. Juan Bermúdez y Pedro Torres han sido un tremendo soporte, igual que Marlon Altamirano y Walter Solís, quien ha dado profundidad a la rotación.
Detrás de Duarte, quien ha pasado metido entre los mejores bateadores, hay siete artilleros con promedio de .300 o cerca de .300. Es un problema tanta agresividad junta y ahora con poder.
Por ahora es difícil prever qué será capaz de hacer este Rivas, pero hace dos años, en su camino hacia el título, aque equipo no era tan feroz como el de ahora, que ha probado no andar con bromas.
Claro, la diferencia es que aquel ganó el título y este de ahora es un aspirando, pero a favoritos como los Dantos, el León y el Bóer, hay que agregar al Rivas que está arrasando.
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