Las sanciones de la Unión Europea (UE) contra el régimen de Daniel Ortega siguen latentes, ya que si bien el jefe de la delegación en el país, Kenneth Bell, afirmó que la liberación de los presos políticos es considerado un avance, esperan que se cumplan todos los acuerdos firmados sobre el respeto de las libertades fundamentales.
Bell, junto a otros embajadores de países europeos acreditados en Managua, intercambió este 12 de junio su valoración sobre la crisis sociopolítica en Nicaragua con la delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
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Bell dijo que las sanciones por parte de la UE aún son posibles. “Vamos a ver, porque una gran preocupación era la libertad de los presos. Depende de la unanimidad de los Estados miembros de la Unión Europea. Debemos ver cómo avanza el diálogo, porque hay temas muy importantes para acordar”, refirió Bell.
La UE amenazó con aplicar sanciones a la dictadura de Ortega si no liberaba a todos los presos políticos y si no cumplía con los demás acuerdos sobre respeto a la libertad de prensa, de manifestación y cese de la represión, alcanzados con la oposición.
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Dictador tiene aún 87 presos políticos
El régimen orteguista liberó esta semana a más de cien presos políticos como parte de su Ley de Autoamnistía, pero aún mantiene encarcelados a 87 reos políticos, según la Alianza Cívica (AC).
En ese sentido, los europeos esperan se libere a la totalidad de los protestantes a más tardar el 18 de junio, conforme el acuerdo firmado con la oposición que incluye además el respeto de los derechos y garantías ciudadanas, afín de que se reanuden las negociaciones para acordar los temas pendientes.
En el comunicado, Ramón Jáuregui, jefe de la delegación de eurodiputados que visitó Nicaragua en enero pasado, abogó por que se permita la vuelta al país del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el GIEI, el Meseni y se les devuelva la personería a las ONG que les fueron arrebatadas.
“Deseamos que el diálogo entre oposición y Gobierno continúe para avanzar en las condiciones de recuperación democrática del país y condiciones de transparencia e igualdad de oportunidades para las próximas elecciones. Solo a través de la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos encontrará Nicaragua la solución a los graves problemas producidos en esta crisis política”, afirmó Jáuregui.
SIP pide no cesar presión
Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, explicó que con los diplomáticos europeos coincidieron en que la crisis de derechos humanos en Nicaragua no mejora, por lo que debe mantenerse la presión internacional contra Ortega.
Rock dijo que si bien las sanciones contempladas por la UE y Estados Unidos con su Nica Act “no son deseables, pero pueden resultar un incentivo para estimular” una reacción de Ortega, con el fin de que cese la represión y acepte la restitución de la democracia.
“Recogimos de los embajadores la convicción de que la crisis (en Nicaragua) no ha mejorado, ha empeorado incluso, que la economía nicaragüense a diferencia de la venezolana es mucho más vulnerable a eventuales sanciones, que la capacidad del gobierno de Ortega de eludir el impacto es mucho menor. Y no escuchamos una sola voz de que van a suspender esas sanciones o las van a suavizar o la van a pensar un rato”, afirmó Rock.
Los delegados de la SIP y los embajadores europeos, según Rock, habrían coincidido en que el régimen liberó a los líderes de las protestas, así como a los periodistas independientes Lucía Pineda y Miguel Mora, como “un intento de simulación” de estar dispuesto a cumplir los acuerdos, pero en el fondo no hay interés de retomar las negociaciones con la AC.
Los delegados de la SIP antes de concluir su visita a Nicaragua brindaron una conferencia de prensa con los periodistas Mora y Pineda, reiterando su alarma por el deterioro de las libertades de expresión y de prensa bajo la dictadura de Ortega. Se volvió a exigir el cese del hostigamiento contra los periodistas independientes y devolver los medios de comunicación confiscados, así como entregar la materia prima retenida a los periódicos LA PRENSA, el diario Hoy y El Nuevo Diario.
Censura oficial
Las conclusiones sobre la situación del periodismo en Nicaragua serán presentadas en un informe en la Asamblea General de la SIP en las próximas semanas, donde se recogerá que si bien se celebra la liberación de los periodistas Miguel Mora, Lucía Pineda y Marlon Powell Sánchez, la libertad de prensa sigue coartada.
“Parece estar a la vista un intento oficial de ahogar a toda expresión de prensa independiente, lo que históricamente supone un síntoma de un régimen autoritario”, afirmó la SIP, al evaluar el incesante clima de represión y hostigamiento contra la prensa crítica en Nicaragua por parte de la dictadura de Daniel Ortega, que se agravó desde la represión a las protestas ciudadanas iniciadas el 18 de abril del 2018.