Tras haber permanecido 22 días secuestrado por la Policía Orteguista (PO), Eduardo de la Concepción Espinoza Aburto fue liberado este martes, mismo día en que el Ministerio de Gobernación (Migob) liberó a 56 presos políticos, confirmó su hija, Jessica de los Ángeles Espinoza.
Espinoza fue detenido luego de que la Policía encontró un armamento de guerra en el garaje de la vivienda de su hermano Carlos Espinoza, ubicada en el barrio San José, en Jinotepe. Según Jessica, su padre permaneció en la delegación policial de Jinotepe y legalmente no se le acusó de ningún delito.
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La vivienda de Espinoza de 69 años, también fue allanada, pero ahí no se encontró armamento, tampoco vehículos.
En el garaje, entre el 21 y 23 de mayo, la PO encontró enterradas seis armas de fuego, entre estas escopetas, AK-47, armas hechizas y una ametralladora PKM con sus respectivos cartuchos. También fue hallada una motocicleta.
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El operativo, según Jessica, se realizó sin orden judicial y aseguró que un sujeto encapuchado fue quien dio aviso a las autoridades de la existencia de esas armas que estaban contiguo a una pared del garaje. Se presume que la ametralladora PKM que fue encontrada en la propiedad de Eduardo Espinoza es el arma que los autoconvocados caraceños le quitaron a los paramilitares el año pasado en las barricadas.
Otros caraceños continúan presos
Los que no han corrido con igual suerte son los jinotepinos Ernesto Antonio Ramírez García y Lester Renato Ruiz Narváez y un hombre originario del municipio de Santa Teresa, que fue identificado solamente como Carlos. Ninguno de ellos figura en la lista de presos políticos, pero la Policía los señala de haber participado en las manifestaciones el año pasado y les acusa
de los delitos de tráfico de armas y de estupefacientes.
Scarlett de la Trinidad Narváez Marenco es esposa de Ernesto Ramírez y estuvo secuestrada en el nuevo edificio de la Dirección de Auxilio Judicial en Managua, pero fue liberada el pasado 28 de mayo.
Narvaez aseguró que su esposo fue el único que anduvo en marchas y tranques y que por esa razón ahora lo están enjuiciando a él y a su primo Lester Ruiz. Por ser pareja de un “golpista”, fue despedida de su trabajo en el hospital San José de Diriamba y su liquidación hasta la fecha no ha sido cancelada.