La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) informó que desde enero hasta mayo de 2019 registra 1,400 denuncias contra la Policía Orteguista (PO), militantes sandinistas (del Consejo del Poder Ciudadano y trabajadores del Estado), por secuestros, detenciones ilegales, asedio, persecución política e incluso despidos laborales.
Esta cantidad de denuncias sobrepasa a la de 2017, cuando la CPDH recibió entre mil y 1,200 en todo el año.
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En el 2018, desde que inició la lucha cívica en el país, en abril, el organismo contabilizó más de 4,500 denuncias, las cuales en su mayoría correspondían a amenazas de muerte.
“El año pasado estábamos en un genocidio, ahora lo que hay es más persecución. Ahorita llevamos más (denuncias) de lo que recibíamos en un año normal y todavía falta un semestre y más, todavía falta todo el mes de junio”, expresó Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH.
El organismo hasta este lunes había recibido diez denuncias por el ataque ocurrido en León.
La agresión de las turbas orteguistas en León sucedió después que se realizara la misa de conmemoración al adolescente asesinado Sandor Dolmus, el pasado sábado 15 de junio.
Jóvenes denuncian agresión de las turbas
Un grupo de diez personas, entre ellas Flor Ramírez, llegó este lunes a la CPDH a denunciar el robo y la agresión que sufrieron siete jóvenes, y un menor de edad, por parte de las turbas, en León.
Uno de los afectados, quien prefirió el anonimato, relató que ellos fueron parte del grupo que salió con el obispo Bosco Vivas, pero los fanáticos orteguistas llegaron a golpearlos.
“Nosotros nos metimos en una casa de una señora de la tercera edad y lo que hicieron fue quebrar la puerta principal y nos golpearon. Hay compañeros heridos y con suturas, a mí me quebraron la nariz”, dijo la víctima, quien agregó que ahora está siendo asediada por los CPC de su barrio.
Otro afectado, de 19 años, tiene golpes en su cabeza, rostro, brazo derecho, espalda y su muslo izquierdo, además de una sutura en su mano derecha. La víctima dijo que los agresores eran mayores de edad.
“Me pegaron con un amansabolo en la frente, me la rajaron, me agarraron a patadas y después me empezaron a seguir y me dijeron ‘si te alcanzo, te turqueo’. Me fui a resguardar a una casa donde una señora, pero entraron y empezaron a golpear a un amigo, entonces yo me metí, al intervenir me agarraron del pelo y entre dos (personas) me agarraron las manos y me empezaron a golpear en el estómago, me dieron con un machete en la pierna y en la mano.
Me sacaron (de la casa) a golpes”, denunció el joven.
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En ambos casos las turbas orteguistas les robaron el celular, la cartera y sus documentos personales.
Entre las otras denuncias recopiladas por la CPDH, están las de los expresos políticos Nahiroby Olivas y Byron Corea Estrada.
Represión es una constante
Por su parte, Karla Sequeira, abogada de la CPDH, repudió este hecho y señaló que en vez de cesar la represión del dictador de Daniel Ortega, se ha mantenido como una constante.
“Estamos observando que el gobierno no cesa en su persecución y asedio, (y) decir que ellos (presos políticos) son liberados y que se les está aplicando la Ley de Amnistía, no estamos viendo cómo, porque no se les ha dado ninguna carta de libertad. Vemos que en la parte judicial todavía están vivos (los casos), están haciendo reprogramaciones y no están extintos a como lo demandaría la Ley de Amnistía”, manifestó Sequeira.
Este domingo 16 de junio la PO también atacó a los autoconvocados que se dieron cita en la Catedral de Managua, quienes llegaron a dar gracias a Dios por la liberación de los presos políticos.