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La historia de Tony Merlo, el novio de la presa política Elsa Valle asesinado por policías en Managua

Tony Merlo fue asesinado por la represión orteguista el pasado 23 de junio. A un año de su muerte hablan su madre y Elsa Valle, la líder estudiantil de la que se enamoró en la lucha cívica y que en la cárcel perdió al bebé de ambos

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A las siete de la mañana del 23 de junio de 2018 Yanilda Sevilla recibió una llamada. Era su hijo mayor. “Mamá, mataron a Tony”, le dijo. Y ahí, en ese preciso momento sintió que el mundo se apagó. “’Qué me estás diciendo’, le dije. Sentí que me desvanecí… yo aún guardaba la esperanza de que mi hijo no estuviera muerto”.

Sevilla estaba a 170 kilómetros de Managua, en Acoyapa, Chontales, en los nueve días de un tío suyo. “No tiene idea cómo quería venir volando. Yo sentía que el tiempo se me hacía lejísimo para estar en Managua”, recuerda.

Johnson “Tony” Merlo cumple este 23 de junio un año de haber sido asesinado por el régimen orteguista. La madrugada de ese día, él estaba en una de las barricadas ubicadas en la pista del Iván Montenegro cuando la Policía Orteguista (PO) llegó y a punta de balas dispersó a los manifestantes. Una bala que penetró en su abdomen acabó con él.

Yanilda Sevilla no puede contener las lágrimas cada vez que recuerda a su hijo Tony Merlo. LA PRENSA/JADER FLORES

“Fue una sola bala, pero fulminante”, dice Sevilla. Tony fue trasladado al hospital Vivian Pellas, pero era demasiado tarde. Su hijo había pasado demasiado tiempo tirado en el suelo. Sus compañeros de lucha no pudieron sacarlo antes por el incesante ataque de la PO.

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Un video en el que se captó el momento de su muerte muestra cómo los jóvenes gritan desesperados “¡Le dieron a Tony!”. Las imágenes revelan a un grupo de personas que arrastran el cuerpo de la víctima hacia un vehículo para ser trasladado al hospital. Cuando llegó al hospital ya estaba muerto.

“Todavía no me hago la idea de que mi hijo está muerto. Le he pedido al Señor perdón porque todavía no le he dicho ‘gracias Señor porque te lo llevaste’, pero sé que hay que hacerlo”, dice Sevilla.

“Yo digo que sí se va a lograr la justicia, con fe y esperanza. Yo sé que hay nombres de personas que hicieron esto, y se va a lograr la justicia. Todo lo que hemos hecho no va a ser en vano”, asegura.

Un día antes de la muerte de Tony, cuenta Sevilla, sintió que debía hacer una oración por su hijo, para que aceptara la propuesta de irse del país. “Esa fue la oración que hice, que me diera la oportunidad de que mi hijo entendiera y lo pudiera sacar (del país), pero fue muy tarde”, cuenta y agrega: “A mi hijo ya no lo pude abrazar. Yo hubiese querido abrazarlo, pero ya no fue posible”.

Yanilda Sevilla, madre de Tony Merlo, asesinado el 23 de junio por el régimen de Daniel Ortega. LA PRENSA/JADER FLORES

Sus familiares lo recuerdan como un joven rebelde, independiente y cariñoso. “Era como el Superman de esta casa”, dice su hermano menor. “Él era un muchacho muy valiente y era muy respetado por mucha gente, las personas que lo conocimos sabíamos que él tenía un corazón realmente buenísimo”, asegura.

Su mamá cuenta que era enamoradizo. Tuvo muchas novias, pero a la mayoría ella no las llegó a conocer. Era coqueto, afirma.

Su historia con Elsa

Su último amor lo encontró en la lucha. Él apoyaba la resistencia universitaria en la Universidad Politécnica (Upoli) y en un pleito que hubo por la falta de alimentos conoció a Elsa Valle. La líder estudiantil era la encargada de suministrar los alimentos a los jóvenes atrincherados en la universidad.

“Fue una locura porque supuestamente nos odiábamos, nos dijimos un montón (pero) ya después el buscó la manera de hablarme… Él ya estaba interesado en mí y buscó cómo enamorarme hasta que de repente a mí también me terminó gustando”, dice entre risas Elsa Valle, ahora presa política liberada.

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De esa historia, Valle resultó embarazada. Recuerda el miedo que sintieron pero a la misma vez la felicidad e ilusión de formar una familia. “Teníamos miedo, pero no lo demostrábamos. Decíamos que lo íbamos a tener , hablábamos de eso y mirábamos el futuro juntos, pero ya después todo cambió completamente”, cuenta.

La madre de Tony conocía a Valle a través de fotos. Él hablaba de ella y le prometía que pronto se la presentaría. “Él me hablaba de su mamá y yo le hablaba de mi familia, cómo éramos, y dijimos que cuando esto terminara íbamos a llevar una relación formal, pero no se dio”, afirma Valle, quien dice que se trató de una relación muy especial. “Para mí fue una de las relaciones más locas que he tenido, pero una de las mejores”, comparte.

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Al igual que su madre, Valle le insistió a Tony que dejara de estar en las barricadas, que pensara en su hijo y en su futuro. Sin embargo, él siguió con su postura firme de permanecer luchando. Dos meses después de la muerte de Tony, Valle, que fue encarcelada por el régimen, perdió a su hijo. Sufrió un aborto mientras estaba en el Sistema Penitenciario La Esperanza.

Elsa Valle habla de lo que  su relación con Tony y el aborto que sufrió en la cárcel. LA PRENSA/ROBERTO FONSECA

“Puedo decir que a mi bebé lo conocí solo en sueños, fueron momentos difíciles… yo quería morirme. Ya había perdido a Tony y haber perdido a mi bebé por Daniel Ortega y Rosario Murillo fue muy duro. Yo trato de olvidar, pero es difícil”, lamenta Valle, quien permaneció dos meses tras las rejas.“Yo sigo firme en la lucha, no voy a desistir. Siento que debo meterme más, exigir justicia por Tony, por mi hijo y por todos”, afirma Valle.

Un año después del asesinato de Tony, su madre asegura que cada vez que su hijo salía a las barricadas o llevaba comida a la Upoli ella estaba preparada para las malas noticias: que lo habían detenido, o que le habían dado una golpiza, pero jamás pensó que matarían a su hijo. “Yo vivía con el temor”, dice y por eso dedicaba sus días a rezar para que Dios lo cuidara.


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