La subsecretasria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Kimberly Breier, reiteró el jueves que el régimen de Daniel Ortega ha convertido a Nicaragua en un estado autoritario “brutal” además de instar a los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a “considerar cómo avanzar en la acción de conformidad con la Carta Democrática” y tomar medidas concretas para hacer que Ortega rinda cuentas sobre los abusos a los derechos humanos de los nicaragüenses.
Las declaraciones de Breier fueron parte del discurso que leyó durante la sesión plenaria de este jueves en la Asamblea General de la OEA, en Medellín, Colombia.
“En Nicaragua está claro que ha ocurrido una alteración del orden democrático. Debemos estar a la altura de la Carta Democrática y reconocer esta realidad, y luego actuar para defender y restaurar la democracia”, refirió Breier quien además llamó a los Estados miembros de la OEA a responder a las demandas del pueblo nicaragüense y “responsabilizar a los responsables de abusos generalizados de los derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad leales al presidente Daniel Ortega y al vicepresidente Rosario Murillo”.
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La subsecretaria de Estado también recordó que Estados Unidos apoya el trabajo realizado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y sus mecanismos (GIEI y Meseni), por lo que instó al régimen orteguista a “implementar las recomendaciones emitidas por la Comisión y permitir que los mecanismos de monitoreo de la OEA regresen a Nicaragua”.
Ortega muestra una “inconfundible mala fe”
En el marco del proceso de negociaciones en Nicaragua, Breier reconoció la falta de voluntad que muestra Daniel Ortega para buscar una salida negociada y pacífica a la crisis que atraviesa el país desde abril de 2018. “En numerosas ocasiones, Nicaragua ha desaprovechado oportunidades para tener el tipo de diálogo inclusivo y honesto que exige la Carta”, destacó la diplomática estadounidense.
“La negativa del régimen a tomar medidas significativas en sus compromisos de emprender reformas democráticas significativas ha demostrado una inconfundible mala fe”, señaló Breier.
La subsecretaria de Estado se refirió a la Ley de Autoamnistía que la aplanadora orteguista aprobó el pasado 9 de junio en el Parlamento de Nicaragua y la catalogó de “engañosa” por considerar que, pese a la entrada en vigencia de dicha legislación, “docenas (de nicaragüenses) siguen en prisión por ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales”.