Para los habitantes del barrio Walter Ferreti, en el Distrito Cinco de la capital, el basurero que se ha formado exactamente de los semáforos de los mil metros, dos abajo, tres al sur, es un dolor de cabeza. El hedor se ha vuelto insoportable y los criaderos de moscas y zancudos han aumentado.
La pobladora Heydi Acevedo, quien vive a pocos metros del lugar, asegura que todos los días llegan camionetas, caponeras y carretones de caballo a botar basura al sitio, también animales muertos.
“Ya no se aguanta este problema, la gente es tan inconsciente que deja la basura en media calle y después los carros no pueden transitar. No importa si viene la pala de la Alcaldía a llevarse toda esa cochinada, porque al rato se vuelve a llenar, dice. Acevedo comenta que en su casa hay tres menores y todo el tiempo está con el temor de que se puedan enfermar.
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“Yo recojo mi basura en sacos y espero que el camión se lo pase llevando, aquí todos sabemos que lunes, miércoles y viernes pasa, pero son personas de otros barrios que vienen hasta aquí, creo que la única manera de evitar que esa problemática continúe es que pongan a alguien ahí a cuidar o empiecen a multar”, recomienda la pobladora.
Otros basureros
Y es que en las diferentes avenidas y calles de Managua se observan grandes montañas de basura, según constató LA PRENSA en un recorrido. El barrio Milagro de Dios no es la excepción, en este lugar hay más de tres botaderos ilegales.
Uno de los contenedores que hay en el sitio se rebalsa todos los días de basura, pobladores aledaños tampoco soportan este problema.
Todo esto ocurre en momentos que la Alcaldía de Managua afronta graves problemas de financiamiento a causa de la contracción económica que ha deprimido la recaudación fiscal.