Acostumbrado a arrasar oponentes en todas partes del mundo, el beisbol cubano libra una de sus batallas más difíciles, en la que no solo pretende sobrevivir, sino también mantener a salvo su prestigio, agujereado por derrotas constantes y fugas de talentos cada vez más frecuentes.
Luego de tres juegos sin ganar en Nicaragua, las alarmas se activaron en La Habana, donde tenían la esperanza que después una complicada participación en la Liga Can-Am (8-7) y una peor experiencia en topes con universitarios estadounidenses (1-4), aquí se repondrían.
En lugar de eso, han sufrido dos derrotas (4-1 y 4-3) y empatado otro duelo (1-1) que debió ser una tercera caída, de no ser por cuestionables decisiones técnicas pinoleras. Cuba no ha podido sacar el bate, factor que ha sido decisivo para edificar su reputación ganadora.
Pero la crisis del beisbol cubano no es reciente. Se hizo más notoria desde que el beisbol abolió sus fronteras y en eventos amateurs podían competir profesionales. Ahí no solo se detuvo el ritmo ganador, sino que comenzó a perder partidos a menudo y se aceleraron las deserciones.
Desde 2014 a la fecha, de Cuba han salido más de 350 jugadores, entre veteranos y jóvenes, muchos de los cuales eran cultivados como relevos. A eso es difícil sobreponerse, más aún cuando por asuntos políticos, no se les permite jugar con su selección en ningún evento.
Los demás países en cambio, tienen la ventaja de que sus jugadores firmados, que se hacen mejores bajo una instrucción profesional, pueden reforzar a sus equipos. Mientras Cuba no se abra y reagrupe sus talentos, seguirá batallando cada vez con menores oportunidades de éxito.
Los jugadores cubanos desean jugar con la selección de su país. Ahora mismo hay 24 antillanos en las Grandes Ligas, lo que les permitiría estructurar un plantel con posibilidades de éxito en cualquier evento, incluso en el Clásico Mundial, el torneo de mayor exigencia y repercusión del beisbol internacional.
En Cuba se tienen que definir canales para que el talento formado en ese país, pueda saltar al beisbol profesional de Estados Unidos y eventualmente puedan jugar con la tropa nacional. De paso, eso mejorará los ingresos de muchas familias y hasta del mismo país, que ha invertido en sus jugadores.
Ahora, a este equipo que anda en Nicaragua le faltan al menos diez jugadores que se le van a agregar para la gira por Perú, entre ellos Yurisbel Gracial, Yordan Manduley, Roel Santos, Yoanni Yera, Raidel Martínez, Liván Moinelo y Ulfrido García, lo que le dará una mejor envergadura.
Sin embargo, no es un equipo malo como algunos piensan. Aquí andan 12 jugadores que fueron a la Series del Caribe de Panamá y tienen experiencia. Quizá debería reconocerse también que la tropa nica ha hecho un buen trabajo, sobre todo con su picheo, que ha sido muy enérgico.
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