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CONTENIDO EXCLUSIVO.Whit Merrifield es de los jugadores más educados que existen en el beisbol. Su trato es diferente. A sus 30 años sabe lo duro que es pelear por conseguir el sueño de infante. Su nivel académico es reflejado cuando habla, sin prisa y concreto. Estudió en la Universidad del Sur de Carolina y fue seleccionado en la novena ronda del draft en 2010. Más allá de los 25 jonrones de Jorge Soler y de lo sorpresivo que ha sido el año para Adalberto Mondesí y Hunter Dozier, Merrifield es el jugador más constante del conjunto: 11 jonrones, 122 imparables (líder) y es el único bateador de Kansas sobre los .300 puntos (.307).
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Merrifield fue el único jugador de Kansas en el Juego de Estrellas y se considera amigo del nicaragüense Cheslor Cuthbert, quien este año está teniendo su mejor temporada en la Gran Carpa, curiosamente, cuando los Reales lo habían descartado. Parece que sentirse en el pozo de las angustias y sin un destino fijo, aceleró una evolución estancada en el pelotero costeño. Cuando se le pregunta a Merrifield sobre el pinolero lo primero que menciona son elogios a su personalidad.
“Cheslor es el mejor. Me gusta que siempre está sonriente, es un excelente muchacho. Es un muy buen jugador y es genial integralmente. Tiene la calidad para mantenerse por mucho tiempo en Grandes Ligas. Tiene todas las herramientas y, si continúa mejorando cada día, será todavía un mejor jugador”, señaló el segunda base de los Reales de Kansas.
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A sus 26 años, Cuthbert se ganó la titularidad cuando se lesionó Hunter Dozier, pero sus números estaban siendo tan buenos que el mánager decidió sacrificar a otros, para mantener al nicaragüense cuando Dozier estuvo de regreso. Este domingo alcanzó las 100 empujadas en las Grandes Ligas y se convirtió en el cuarto pinolero con más impulsadas, detrás de Marvin Benard (260), David Green (180) y Everth Cabrera (132). La ventaja de Cuthbert es su edad y parece que su talento ha erupcionado sin límite de combustible. Ya lo dijo el mismo Merrifield, el costeño tiene la calidad para mantenerse en el mejor beisbol del mundo y reescribir la historia de los bateadores de este país en ese nivel.