14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La perversión del lenguaje

En una entrevista de Althuserr, bajo el nombre de La filosofía como arma de la revolución, planteaba que en la lucha política, ideológica y filosófica las palabras también son armas, explosivos, calmantes y venenos. Cuando las palabras son vertidas enjabonadas con odio por personas mentalmente desequilibradas, se vuelven volátiles y terminan quemando. Los grandes oradores y los que no lo son, pero que han cargado con falsedades y odio sus palabras, siempre han conducido a grandes masacres y genocidios. La historia de nuestros pueblos se está construyendo bajo estas realidades y a veces hasta cobijada por la sombra de Cristo.

Sin duda alguna Orwell fue un visionario, supo aspirar en momento oportuno la consciencia de su tiempo y expuso, desnudando la carne y los huesos, la perversidad del totalitarismo soviético y de toda clase de totalitarismos. En su famoso ensayo sobre el idioma inglés y la política (Politics and the english language) publicado en 1946, Orwell explica que el lenguaje, especialmente el político, era la herramienta más efectiva para manipular las mentes de las masas. Los crímenes más abominables, decía Or5well, pueden ser defendidos simplemente cambiando las palabras para hacerlos tolerables e incluso atractivos. Así, por ejemplo, a la destrucción de los pueblos indefensos y al asesinato de inocentes se les llama “pacificación”, quizás por las “caravanas de la paz”.

El ensayo sobre El Idioma Inglés y la Política no fue el único de Orwell donde reflejaba la perversión del lenguaje. En su novela 1984 alude al totalitarismo soviético. El Ministerio de la Verdad que menciona Orwell en su novela era el edificio más majestuoso, sus más de 3 mil habitaciones lograban alcanzar los 300 metros de altura y en su frontis se podían leer los 3 slogans del partido: La guerra es la paz, La libertad es la esclavitud, La ignorancia es la fuerza. El “ministerio de la verdad” hacía la propaganda oficial del gobierno. Entre otros, también existía el Ministerio del Amor, que en realidad era el órgano encargado de perseguir, torturar y asesinar a los que piensan diferente.

Hace poco la voz oficial en Nicaragua llamó Día de la Alegría Universitaria al 13 de julio, el día en que fueron asesinados por francotiradores dos jóvenes universitarios indefensos en la UNAN-Managua por el “delito” de exigir autonomía.

La película que vio Winston Smith, el personaje principal de la novela, aquel 4 de abril de 1984, parece ser la misma que hemos visto nosotros. El cine atestado de miembros del partido, donde Winston ve asombrado la película, se estremece de aplausos, risas y alegría, cuando a unos refugiados en mar abierto, entre ellos niños, son masacrados desde un helicóptero con bombas y metrallas.

Los pueblos necesitan democracia y libertad para ahogar la ignominia, el mal, el odio, la perversidad y así lograr que las mentiras no suenen verdades y el crimen no se convierta en respetable y en jocosidad.

El autor es médico.
[email protected]

Opinión Lenguaje lucha política archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí