Los ingresos por remesas en el primer semestre de este año alcanzaron los 796.6 millones de dólares, tras experimentar en junio un fuerte repunte de dos dígitos, informó este jueves el Banco Central de Nicaragua. Esto representa para la economía un profundo alivio, ante la caída del poder adquisitivo como consecuencia de las alzas de precios y el creciente desempleo.
Según estadísticas publicadas por el Banco Central, en esta primera mitad del año la economía captó en términos absolutos 72 millones adicionales con relación a similar periodo del año pasado. Solo en junio los migrantes enviaron 16.6 por ciento más que en igual mes de 2018, eso significó 19.1 millones de dólares más.
Solo en junio llegaron a Nicaragua 134.3 millones de dólares frente a los 115.2 millones de dólares en igual mes del 2018. De hecho el mes en cuestión registra el cuarto monto más alto en los primeros seis del año. Hasta ahora, fue en mayo cuando la economía recibió mayor oxígeno con 144 millones de dólares, seguido por marzo con 137.3 millones.
El año pasado en el primer semestre, el más golpeado por la violencia estatal, los migrantes enviaron a Nicaragua 724.6 millones de dólares.
EE.UU., principal fuente envíos
¿De dónde provienen las remesas de Nicaragua? El 55.3 por ciento de lo que ingresó al país hasta junio llegó de migrantes radicados en Estados Unidos, seguido de Costa Rica con 18.4 por ciento del total y de España un 12.7 por ciento. El restante 13.6 por ciento de otros países, entre los que se incluye El Salvador, Panamá, y otros.
El comportamiento de las remesas estaría asociado a la buena salud que goza la economía de Estados Unidos, que hasta el primer trimestre de este año repuntó 3.2 por ciento, muy por encima de las expectativas que tenían de los economistas, cuya variación la habían situado en 2.3 por ciento en el periodo de referencia.
El Fondo Monetario Internacional en su última actualización sobre las perspectivas económicas globales mejoró las proyecciones para Estados Unidos y situó su tasa de crecimiento económico en 2.6 por ciento, 0.3 décimas más que en sus previsiones iniciales.
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El único motor de crecimiento
El crecimiento de las remesas en Nicaragua ocurre en un contexto de recesión económica, cuyas proyecciones apuntan a una caída mayor al cinco por ciento, según distintos organismos, incluido el Fondo Monetario Internacional, que anunció para la semana próxima una actualización de sus perspectivas para América Latina y el Caribe.
De hecho, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) la caída de 6.6 por ciento del consumo estará contrarrestado por las perspectivas positivas en las remesas este año. El consumo privado se verá lastrado por la reducción en la actividad comercial y la reducción del crédito.
Se prevé que este año entre 49 mil y 61 mil de nicaragüenses queden sin empleo, lo que ocasionará que la masa de desempleados en el país se ubique en entre 227 mil y 239 mil, según estimaciones de Funides.
En Nicaragua, las remesas han sido fundamentales para reducir pobreza, en ausencia de esta las tasas de este flagelo serían mayor, según han admitido el Gobierno y organismos como el Banco Mundial en sus reportes sobre la evolución de este mal social.
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