Para el ex canciller de Nicaragua, Norman Caldera, la comisión de alto nivel que manda a conformar la resolución de la asamblea de Medellín para buscar una solución a la crisis sociopolítica de Nicaragua no se ha dado, por la sencilla razón de que Grenada, un país aliado de Daniel Ortega, es quién posee la presidencia del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La fuente del tortuguismo en la OEA para que hasta hoy no se haya conformado la comisión de alto nivel para buscar una salida a la crisis política que Nicaragua vive, es sencillamente Grenada, quien es uno de los dos grandes aliados del régimen de Daniel Ortega en el Caribe, el otro es San Vicente y las Granadinas”, asegura el ex jefe de la diplomacia en Nicaragua en tiempos del expresidente, Enrique Bolaños Geyer.
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De acuerdo a Caldera,mientras Grenada ostente la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, Daniel Ortega, continuará ganando tiempo.
“Mientras Grenada siga en la presidencia, que prácticamente son tres meses, es muy difícil para el secretario general y para los otros países miembros lograr que se desarrolle la agenda que ellos mismos se han propuesto”, afirmó el ex canciller Caldera.
.El pasado 28 de junio, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), reunida en Medellín, Colombia, aprobó una resolución sobre Nicaragua que ordena al Consejo Permanente crear una comisión para que realice gestiones al más alto nivel, con el objetivo de buscar una solución negociada a la crisis que vive este país, y entregue un informe con los resultados en un plazo máximo de 75 días. Ortega, desde entonces, no ha expresado una palabra al respecto.
“Ortega está comprando tiempo. Esa es la táctica de estos regímenes y esto le permite ganar tiempo sin negociar, porque no hay ninguna reacción hasta que no aparezca en el escenario un nuevo presidente del Consejo Permanente”, subrayó Caldera.
Según Caldera, en estos días, los actores de la comunidad internacional están de vacaciones, lo que dificulta aún mas que se siga ejerciendo presión con más fuerza para buscar una salida a la crisis de Nicaragua.
“En Europa están de vacaciones, en Washington, los representantes del Consejo Permanente también están de vacaciones. Hasta el papa Francisco se va, deja Roma y se va a Castelgandolfo a pasar sus vacaciones y la desgracia de nosotros en Nicaragua es que el diablo no toma vacaciones: siguen los asesinatos, siguen las torturas, siguen las desapariciones, siguen las torturas, siguen los secuestros y las movilizaciones exageradas (de la policía orteguista), sin la posibilidad de que los nicaragüenses ejerzan sus derechos constitucionales, como es el derecho a la libre expresión y la movilización”, aseguró el exdiplomático.
Un gobierno de transición
Caldera también aseguró que un próximo gobierno en Nicaragua será de transición, por la aguda crisis en que el país se encuentra en la actualidad y que la oposición debe buscar estrategias si se diera la posibilidad de adelantar elecciones nacionales.
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“En realidad en las condiciones en que está este país, el candidato que surja tiene que ser una persona muy valiente, porque sea cual sea el gobierno que salga va tener que ser un gobierno de transición. Tiene muchísimos problemas nacionales internos y externos que arreglar para poder pensar que va pode desarrollar un programa de gobierno”, expresó.
Caldera resaltó la labor que ha venido realizando la Alianza Cívica para buscar una solución al país y la apertura que han dado a partidos políticos que están dentro de esa organización.