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Que lo nuevo sustituya a lo viejo

Hoy no es momento de sectarismo, peor aun cuando tenemos un enemigo que con una maquinaria represiva y letal ha sido capaz de contener todo levantamiento popular, criminalizar e ilegalizar la protesta cívica, secuestrar e incluso asesinar.

Es momento de sumar voluntades junto a aquellos que creemos tienen deudas con la historia por haber sido parte de procesos poco revolucionarios; de unirnos a aquellos liberales que han hecho un gran esfuerzo por presionar desde sus bases el cambio de las cúpulas que tanto mal le han hecho a su partido; es momento de no ver mal el gesto del partido que ha manifestado no hará una nominación a la candidatura a la presidencia de la República porque sabe que es momento de dejar las diferencias, y, sobre todo, dejar de querer destruir con la mirada adultista los nuevos proyectos partidarios con ímpetu joven.

Es momento que lo “viejo” se una con lo “nuevo”. Que las expresiones surgidas previas a abril del 2018 tengan conciencia que aquellas que surgimos al calor del combate queremos nuestros propios espacios, pero que estamos claros que no lo vamos a poder hacer sin humildad y unidad.

Sería muy fácil decir que la juventud no sólo estamos luchando contra el régimen de Ortega y Murillo, sino también contra toda esa “clase política rancia” que históricamente, por complicidad o incapacidad, fue capturando las instituciones del Estado, configurando tramas de corrupción, dejando de representar los intereses de la gente por los suyos propios, en si secuestrando la política.

Es decir apelar a que lo nuevo sustituya de manera radical a lo viejo.

Sin embargo, en este momento en donde se ha abierto una enorme oportunidad histórica no debemos oponernos en el seno de las fuerzas democráticas, pero si debemos apelar a que lo nuevo sustituya a lo viejo en termino de visiones y prácticas políticas. Debemos apostar, desde ya, a nuevas formas de hacer política, a construir mecanismos que nos alejen de la “política del dedazo” y, sobre todo, empezar a democratizar nuestros espacios para ir practicando la cultura de la democratización que avance hacia un nivel de país.

Debemos de una vez por toda, ahora que estamos en la misma acera para hacerle frente al FSLN en una contienda electoral adelantada, practicar lo nuevo. Luego vendrán otras luchas.

El autor pertenece a la formación política Con Vos. Fue miembro del primer Diálogo Nacional.

Opinión Crisis en Nicaragua nuevo viejo archivo
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