En la Organización de Estados Americanos (OEA) se empezó a conformar la comisión de alto nivel diplomático, que presionará al dictador Daniel Ortega para que vuelva a sentarse con la opositora Alianza Cívica (AC) y lograr un acuerdo sobre la crisis sociopolítica que afecta a Nicaragua desde hace más de 15 meses.
Los pasos en la OEA se informaron este 31 de julio, cuando se venció el plazo dado por la AC para retomar las negociaciones, a cuya cita los delegados de la dictadura no acudieron.
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La delegación de Argentina informó que ayer se reunieron los coordinadores regionales del Consejo Permanente de la OEA para avanzar en la creación de dicha comisión que viajaría a Nicaragua.
“Ahora (se realiza) reunión de coordinadores regionales (del) Consejo Permanente de la OEA analizando la constitución de la comisión, de acuerdo con Resolución 2943, que realizará gestiones diplomáticas para procurar una solución efectiva a la crisis en Nicaragua”, informó a través de sus redes sociales la delegación de Argentina.
Hace un mes la Asamblea General, realizada en Medellín, Colombia, aprobó la conformación de una comisión al más alto nivel, en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, “para procurar una solución pacífica y efectiva a la crisis política y social en Nicaragua”. Una vez conformada, la comisión deberá rendir un informe en un plazo máximo de 75 días al Consejo Permanente.
José Pallais, de la AC, explicó que fueron informados directamente de la OEA que la “comisión diplomática logró activarse desde el fin de semana”, por lo que en cualquier momento el Consejo Permanente sesionará para avalarla a fin de que empiece a trabajar.
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Pallais dijo que las opciones del régimen son dejar ingresar a la misión de la OEA y retomar las negociaciones, o rechazarla, lo que profundizaría la crisis “y convertirse en un gobierno rebelde ante la comunidad internacional que conduciría a la aplicación de la Carta Democrática”, que supondría la suspensión de Nicaragua del organismo.
Oposición exige decencia al dictador
La AC demandó que “por mínima decencia” el régimen debe enviar por escrito que cierra las negociaciones, por cuanto la oposición no acepta las declaraciones de Daniel Ortega del 19 de julio pasado como una respuesta ante la grave crisis de derechos humanos y económica.
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Las negociaciones se suspendieron desde mediados de mayo reciente, tras el asesinato del preso político Eddy Montes por custodios en la cárcel La Modelo, en Tipitapa.
El 19 de julio el dictador Ortega cerró la puerta a continuar hablando con la AC, a la vez que anunció su propia versión de diálogo con sectores campesinos, obreros, pequeñas empresas y políticos que le convengan a su interés para mantenerse en el poder.
“La negativa al diálogo y el incumplimiento de los acuerdos aprobados castiga a la población, incrementa la pobreza, el desempleo, la necesidad de todos de emigrar y la desesperanza”, reclamó la AC en un comunicado.
Ernesto Medina, delegado de la oposición, dijo que Ortega tendrá que responder a la OEA y a la AC, porque “un discurso en la plaza no es ninguna comunicación oficial a una situación tan compleja” como es la crisis del país, causada por la represión gubernamental.
“Hemos pedido a la OEA que solicite una comunicación formal al Gobierno (…) esperaríamos que por un mínimo de decencia el Gobierno nos comunique a nosotros” también, aseveró Medina.
Los miembros del Grupo de Trabajo sobre Nicaragua en la OEA reiteraron su rechazo a la negativa de Ortega de dialogar, insistiendo que eso profundiza el deterioro de las instituciones democráticas y los derechos humanos.