Leonardo Crawford, quien ha dado un nuevo impulso a su carrera en la organización de los Dodgers de Los Ángeles, fue recompensado este domingo al ser ascendido al conjunto Doble A, los Drillers de Tulsa, en la Liga de Texas, lo que lo pone más próximo a su meta de llegar a las Grandes Ligas.
Crawford, de 22 años y originario de Puerto Cabezas, es un lanzador muy inteligente y hábil para mezclar sus disparos, pero ahora ha alcanzado otro nivel, debido a que consiguió una mejoría importante en su velocidad y ha pasado de 87-88 millas, a tirar incluso hasta 92 y a 93 ocasionalmente.
Al momento de su promoción, Leonardo o Leo, como es conocido en el beisbol profesional, acumulaba marca de 5-4 y 2.96 en efectividad en Clase A avanzada con el Rancho Cucamonga, en la Liga de California, pero tenía también un espectacular récord de 5-1 y 1.96 en sus últimos diez inicios en el circuito.
Este año inició con tres derrotas en la liga y hasta fue colocado en la lista de lesionados, pero ha tenido una reacción vigorosa, al extremo de lanzar incluso una lechada el pasado 9 de julio ante la Tormenta de Lake Elsinore, a quienes solo toleró tres hits y propinó diez ponches, en una faena de 104 disparos.
Líder en efectividad en Liga de California
Firmado por los Dodgers a través de los scouts Nemesio Porras y Luis Molina, Crawford fue desarrollado por Pablo López, quien también ha conseguido firmas para jugadores como Aldo Espinoza (Dodgers), Róger Leytón (Royals), Keneth Quintanilla (Piratas) y Ángel Obando (Yanquis) entre otros.
Leonardo, cuyo segundo nombre es Lenard, es hijo del expelotero de Primera División, José Crawford, quien ahora se desempeña como coach de tercera de la Costa Caribe en el Pomares. Crawford marchaba como líder de la Liga de California en efectividad (2.96), lo cual es llamativo considerando que ahí se batea mucho.
Además, ha lanzado 91.1 entradas, en las que admite 95 hits, 33 carreras, 30 limpias, con 104 ponches y solo 20 bases por bolas concedidas. Tiene una frecuencia de 10.4 ponches por cada nueve episodios y solo dos boletos promedio en ese trayecto. Poncha a 5.30 bateadores por cada transferencia.
Los Dodgers lo firmaron en el 2014 y comenzó a jugar en 2015. Su mejor año fue el 2018 cuando registró 8-0 y 2.77 en esa misma liga (California), desde donde fue subido brevemente al Oklahoma City en AAA, pero solo tuvo una salida en la que dio dos bases, admitió un jonrón y tres carreras, con solo un out.
Ahora está de nuevo en la ruta hacia las Ligas Mayores y su esperanza, al igual que la de los fanáticos nicas, es que este paso será firme en dirección hacia su meta.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR