Mientras miles de trabajadores del Estado se quedaron sin el ajuste salarial del cinco por ciento, el régimen de Daniel Ortega decidió aumentar el gasto por remuneración o servicios personales en la Corte Suprema de Justicia y la Policía Nacional en la primera mitad del año, según revela el informe de ejecución presupuestaria hasta junio.
Según el reporte, en la primera mitad del año para mantener funcionando el aparato represivo el régimen se gastó en planilla 2,834 millones de córdobas repartidos entre la Policía Nacional, la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio de Defensa, que en su conjunto absorbieron el 22.6 por ciento del total de lo que costó la burocracia estatal.
En planilla estatal, el régimen gastó en el primer semestre un total de 12,559.6 millones de córdobas, de los cuales el 63.1 por ciento se destinó, como tradicionalmente ocurre, a los ministerios de Salud y Educación, que son las carteras más grandes del Estado y del gasto público.
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“La evolución de este gasto está en correspondencia con el presupuesto aprobado, aunque sin la incorporación del ajuste salarial, y es superior 3.4 por ciento a lo observado de igual período 2018, originados por nuevos empleos en los ministerios de Salud y Educación, así como por aumento del gasto en la Corte Suprema de Justicia y Policía Nacional”.
En el informe no se indica en cuánto se incrementó el gasto de planilla en la Corte y la Policía.
No obstante, Hacienda señala que la evolución de la planilla estatal “ratifica la concentración y relevancia del gasto de personal en lo relacionado a los servicios sociales de educación y salud y los de seguridad y orden público, así como de defensa nacional”.
Cada año todos los trabajadores del Estado reciben un ajuste del cinco por ciento en su salario para hacer frente a la devaluación del córdoba frente al dólar.
Y aunque el régimen maneja al aparato estatal como si fuera parte de su base partidaria, al obligarlos en su mayoría a asistir a eventos propios del Frente Sandinista o incluso a salir a los espacios públicos bajo sol y lluvia para defender la bandera rojinegra, los salarios de estos no se perfilan dentro de sus prioridades como sí su aparato represivo.