En el primer semestre del 2019, el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) apenas ha ejecutado el 31.6 por ciento de su presupuesto, es decir, 119.3 millones de córdobas de los 377.2 millones que le otorgaron mediante el Presupuesto General de la República, datos que según la bióloga Myrna Moncada, demuestran una gestión ambiental “deficiente”.
No obstante, la ejecución presupuestaria para el mismo período de 2018 fue menor, ya que habían ejecutado 26.6 por ciento del presupuesto, equivalente a 131 millones de córdobas de los 492.5 que le dieron vía presupuesto.
Pese a que Nicaragua cuenta con 72 áreas protegidas, 64 terrestres y ocho marinas-costeras, el presupuesto asignado a la cartera ambiental siempre ha sido mínimo.
A eso se suma, que según las cifras publicadas en el Informe dela Ejecución Presupuestaria de enero a junio 2019, no se cuente con la capacidad de ejecución, señaló Moncada.
La bióloga considera que la situación del Ministerio también está relacionada con la centralización de la toma de decisiones, ya que aunque haya ministro, no se puede tomar una decisión sino pasa por la autorización de la presidencia, “y eso es grave para la gestión ambiental, para el desarrollo, y para que el Ministerio cumpla con su misión y objetivo que es la custodia, la gestión y la administración de los recursos naturales del país”, expresó.
De acuerdo con el informe, en términos del Programa de Inversiones Públicas del Marena, se invirtieron 9.7 millones de córdobas en mejoramiento de infraestructura para la investigación científica y facilidades turísticas en áreas protegidas, seguido por 3.2 millones de córdobas para el mejoramiento de infraestructura para vigilancia y control de reservas, y 4.2 millones de córdobas en mejorar la capacidad de captación de agua potable, con un avance físico del 23.6 por ciento.
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El inolvidable Indio Maíz
Después que por mucho tiempo el Marena no hizo mención al incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz, considerado como uno de los detonantes de las protestas cívicas contra el régimen orteguista, mediante el documento Reservas de Biosfera Bosawas y Río San Juan, aseguran que el incendio afectó 5, 880 hectáreas, 65 hectáreas menos que la última cifra oficial que el gobierno dio a conocer.
Invasiones en reservas
La llegada de más colonos a las áreas protegidas sigue siendo un problema denunciado por ambientalistas. En el caso de la Reserva Biológica Indio Maíz, guardabosques del Gobierno Territorial Rama y Kriol denunciaron en julio pasado que en un reciente recorrido encontraron unos nueve carriles con los que se delimitaron zonas, que pueden tener una extensión de entre cien hasta mil manzanas aproximadamente.
Según los hallazgos de los guardabosques, los carriles se ubican a partir de las orillas del río Bartola, donde termina el sector de Jerusalén, lugar en el que habitan familias, pastizales, ganado y casas nuevas.
En el 2017 también el gobierno comunitario informó al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales sobre una finca ganadera de gran extensión. Mientras que Fundación del Río ha denunciado la minería artesanal.