El autoconvocado Ervin Gallo Salgado, originario de León, cumplió el 6 de julio un año desaparecido, desde que policías y parapolicías lo secuestraron del tranque La Pintora, ubicado sobre la carretera León – Chinandega, en 2018 y a la fecha no le han querido decir dónde lo dejaron, denunció su mamá Esperanza Salgado.
Salgado aseguró que ha insistido ante la Policía Orteguista (PO) de León para que le digan dónde lo dejaron, pero hasta el momento no ha tenido respuesta.
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“He puesto denuncia en la Policía de León, en el Chipote y no me dan razón. Lo busqué en hospitales y morgue. Lo que quiero es que me digan dónde está enterrado”, dijo la madre ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Policía Orteguista de León bloqueó pesquisas de la familia
El 7 de julio de 2018, un día después que su hijo desapareció, pobladores de la comarca Proilo de León denunciaron que paramilitares llegaron en la madrugada a quemar un carro con un cuerpo adentro y presumían que era el del Ervin Gallo Salgado, por lo que su familia se trasladó al lugar.
“La Policía no me autorizó a realizar exámenes de ADN a la mandíbula del cadáver para saber si era mi hijo. Primero me dijeron que a los seis meses, fuimos nuevamente y me dijo que a los 0cho meses y luego que al año. Mi esposo fue el 5 de julio pasado y le dijeron que nunca lo iban a permitir y que era valiente por andar preguntando por eso”, denunció Salgado ante CPDH.
Este es uno de los casos de jóvenes desaparecidos durante las protestas contra el régimen de Daniel Ortega entre abril y julio de 2018, cuando levantó los tranques de protesta a balazos, pero pocas familias se animan a denunciar ante las amenazas constantes a sus familiares. Xavier Eduardo Mojica Centeno, 22 años, es otro de los desaparecido la última vez que lo vio su mamá fue el 11 de junio de 2018.
Ervin Gallo Salgado es ingeniero en sistemas, tenía un negocio propio en su casa donde también ofrecía reparación de computadoras y celulares. Tiene dos hijos de siete y 15 años de edad, que preguntan cuándo llegará su padre, contaron sus tías maternas.
“Él (Gallo) se unió a los autoconvocados desde el 18 de abril, solo llegaba a la casa para cambiarse de ropa. A finales de junio ya ni llegaba a la casa. Estaba entregado totalmente, porque decía que quería cambios en este país”, dijo su progenitora.