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Con su valioso libro, “Déjá vu. Somoza-Ortega”,  el acucioso autor Avil A. Ramírez llena ese vacío de la memoria nacional con el propósito de ayudar a romper el círculo vicioso del “pasado que regresa”. LA PRENSA/Jader Flores

Acciones de Somoza repetidas 40 años después por Ortega son reveladas en el libro “Déjá vu. Somoza-Ortega”

Además, sorprende que muchos mayores de edad no recuerden esa repetición o algunos que dicen que no la recuerdan, es quizás por ser culpables de acciones de las que hoy estén avergonzados

Con su valioso libro, “Déjá vu. Somoza-Ortega”  el acucioso autor Avil A. Ramírez  llena ese vacío de la memoria nacional con el propósito de ayudar a romper el círculo vicioso del “pasado que regresa”

Este es un libro de historia, que narra con imágenes y noticias de primeras páginas del diario Novedades de Somoza una parte de la historia de Nicaragua que incluye eventos desde hace más de cuarenta años, que los jóvenes de hoy (2019) no vivieron y que quizás tampoco conocieron por falta de lectura o enseñanza de la historia.

Incluye narraciones del autor que demuestran que los eventos del derrocado gobierno de Somoza, se repitieron durante los dos gobiernos sandinistas de los años 1980 y el actual.

Además, sorprende que muchos mayores de edad no recuerden esa repetición o algunos que dicen que no la recuerdan, es quizás por ser culpables de acciones de las que hoy estén avergonzados.

Con su valioso libro , “Déjá vu. Somoza-Ortega”  el acucioso autor, Avil A. Ramírez contribuye grandemente en llenar ese vacío de la memoria nacional con el propósito de ayudar a romper el círculo vicioso del “pasado que regresa”, como lo llamó el doctor Alejandro Serrano Caldera.

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Por tanto, es importante conocer conflictos pasados y recientes de nuestra historia de manera que saquemos las lecciones que nos enseñan esas situaciones y repitamos las buenas, evitando las malas.

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Toda sociedad está dividida en dos grandes grupos, uno mayor que el otro, pero solo dos grupos: “los que mandan” y “los mandados” que forman el grupo más grande. Si existen políticos corruptos es porque hay ciudadanos corruptos que llegan a ser de los que mandan.

Entre los dos siempre debe existir armonía. Prohibido botar basura, dicen rótulos en miles de lugares en todo el territorio nacional donde a menudo se ven ciudadanos botando basura. Dice un ciudadano, “el alcalde no limpia el cauce que con la lluvia inunda mi casa”, pero él mismo y sus vecinos allí botan su basura.

El policía (de los que mandan) que con una ley antojadiza e inexistente multa o arresta a quien exhibe en público la bandera nacional. Y así marcha el país. No podemos seguir esperando que la solución siempre venga de afuera, como siempre ha sucedido.

¿Y cómo llegamos a esta deplorable situación? Retrocedamos a 1979 cuando casi el pueblo entero decidió aunar sus esfuerzos para salir de Somoza, a tiros como lo planearon Cuba, Venezuela y Costa Rica.

Cuando llegábamos a esa encrucijada, oíamos unas voces extrañas pero atractivas que nos llamaban ¿Quiénes son?, ¿qué pretenden? Eso no importa –se nos dijo– pues ofrecen llevarnos a la “tierra prometida”, a pesar de su trayectoria ya conocida, aunque nos cegamos en no reconocerla.

Viéndolo ahora en retrospectiva, parece que estamos otra vez en nuestra historia dando vueltas en círculo; estamos donde comenzamos y no parece que haremos, a la larga, un verdadero progreso hacia la “tierra prometida”.

El 23 de junio de 1979 en la tomó la histórica resolución intervencionista sin precedentes al ordenar:

1.-El reemplazo inmediato y definitivo del régimen somocista.

Es decir que no solo resolvió derrocar al dictador, sino a todo el régimen imperante. Desaparecerían, y efectivamente desaparecieron,desde el presidente de la República, ministros y todo el personal; de la misma manera también desaparecieron el Poder Judicial entero, magistrados, jueces y personal, también el Poder Legislativo entero, diputados, senadores y personal, igual desapareció el Poder Electoral entero. Desapareció absolutamente toda la Guardia Nacional, y la barrida llegó hasta los humildes jueces de Mesta y capitanes de Cañadas.

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Pocos años antes de 1979 era obvio que el cordón umbilical que nutría a los revolucionarios del FSLN estaba pegado en la placenta de la Cuba de Fidel Castro.Bajo su dirección se creó la nueva Nicaragua.

2. La OEA ordenó:La instalación en el territorio de Nicaragua de un gobierno democrático que refleje la libre voluntad del pueblo de Nicaragua.

Además, el 18 de junio de 1979 la Junta de Gobierno Revolucionaria presentó a la OEA su Primera Proclama dirigida al Heroico Pueblo de Nicaragua, a los Pueblos Hermanos del Mundo y a los Gobiernos Democráticos.

Se produjo pues, en la OEA, desde el punto de vista jurídico internacional, un compromiso equivalente a un contrato internacional entre los Gobiernos de las Américas y el recién creado Gobierno Revolucionario de Nicaragua.

El incumplimiento –desde el inicio– de este contrato de parte del Gobierno de Nicaragua constituyó una violación a las normas esenciales jurídico-internacionales y, sin embargo, el respaldo político y la ayuda financiera internacional, hechizados quizás por el apetito ideológico y la comezón antiyanqui del sandinismo, llegaban sin cuestionar esa ingobernabilidad imperante dirigida por Fidel Castro.

Esta situación la resumo señalando que a las pocas semanas de haber llegado al poder el Gobierno Revolucionario, la bandera roja y negra del FSLN ya ondeaba en todos los edificios e instalaciones externas e internas del Estado.

Además, en la primera celebración de la tradicional “Jura a la Bandera” que cada 15 de septiembre de cada año hacían los estudiantes de colegios públicos y privados –desde preescolar hasta secundaria– en conmemoración de la Independencia de España, fue modificada por el Gobierno Revolucionario con el Decreto No. 66 de 13 de septiembre de 1979 para obligar a trabajadores del campo y la ciudad y estudiantes a jurar lealtad a la bandera roja y negra sandinista, igual a como lo hacían a la azul y blanco. En pocas semanas el sandinismo se había adueñado hasta de los valores patrios. De allí venimos.

La OEA en su famosa resolución emitió también los puntos 3 y 4 que tampoco fueron cumplidos por el nuevo Gobierno.

3.-Garantía de respeto de los derechos humanos de todos los nicaragüenses sin excepción y

4.-Libres elecciones a la brevedad posible.

La ceguera que nos causó el anti-somocismo quizás no permitió ver con claridad los alcances de la conspiración internacional que se adueñaba de nuestro destino; y así, a los nicaragüenses nos salió el tiro por la culata.

La indiferencia, el acomodamiento y apatía de la población hacia las políticas públicas, consentían los desaciertos o injusticias del gobernante de turno, situación que dio un giro en abril 2018 después del resentimiento acumulado por largos años en que el gobierno silenciaba cualquier voz que sonara diferente a la suya.

La resignación y la subordinación no pueden volver a apoderarse del pueblo porque dar la espalda a la injusticia, a la degradación, significaría perder la posibilidad de vivir en democracia y esto hace más fuerte a los gobiernos dictatoriales.

Por tanto, la culpa no es solo de los políticos, sino de ciudadanos que se acomodan para su propio beneficio y también de todos los ciudadanos por su indiferencia.

Todos los sectores políticos, empresariales, sociales y civiles debemos actuar con gran unidad monolítica, mayor que la que hemos mantenido hasta ahora.

Esta es una lucha ideológica y no solo de partidos políticos. Esta es una lucha de sistemas opuestos y de sistemas morales contrapuestos.

Esta es la lucha decisiva del pueblo nicaragüense. Nadie puede estar al margen porque estarlo significa haber claudicado antes de luchar, es como estar enterrado antes de haber muerto. Es, en suma, dejar de ser nicaragüense, y lo que es peor, dejar de ser Hombre.

Por lo tanto, recomiendo leer el compendio de Avil A. Ramírez, “Déjá vu. Somoza-Ortega” porque trata de una breve y valiosa lección histórica, narrada con imágenes de periódicos de fácil lectura, que nos enseña los errores que hemos cometido durante estos últimos 40 años –cuyas consecuencias ahora nos agobian–para que podamos evitar volver a repetirlos.

Dios nos ilumine.

Enrique Bolaños G.
Presidente de la República de Nicaragua (2002-2007)

 


“Déjà vu. Somoza-Ortega” será presentado el miércoles  21 de agosto a las 4:30 p.m., en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra. Acompañará al autor, el expresidente Enrique Bolaños.

Se realizará la proyección de un video ilustrativo; y después de la presentación del libro habrá espacio para preguntas y respuestas.  Este libro que también puede ser de mucha utilidad para consultas históricas, está disponible en las librerías de Hispamer y Literato.


 

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