Tras la violencia policial que impera en Nicaragua desde el 18 de abril de 2018, varios sectores de la sociedad siguen viendo como viable la opción de un paro nacional para ejercer presión contra la dictadura de Daniel Ortega.
Para el sociólogo y catedrático Cirilo Otero, la opción de un paro nacional “no tiene mucho sentido en un país que vive en una economía de autoconsumo”. Sin embargo, no descarta del todo esta opción, debido a que “un paro exitoso genera un fuerte impacto político”.
El primer paro
El 14 de junio de 2018, los nicaragüenses realizaron un paro nacional de 24 horas. En medio de la fuerte represión y tranques. Las calles de Nicaragua se quedaron vacías. El exdiputado Eliseo Núñez recuerda ese día por la incertidumbre que se creó en el régimen de Daniel Ortega.
“A todos nos agarró de sorpresa, no sabíamos ni con quién hablar ni se sabía cómo se iba a sostener más allá de las 24 horas”. A juicio de Núñez, en la actualidad un paro nacional no tendría el impacto que tuvo el del 14 de junio.
“Incluso si fuera de tres días el paro, sería algo simbólico. La gente mira el paro nacional como algo muy romántico y pensando que con solo el paro se va a ir Ortega”, dice.
Lea Además: Movimientos sociales piden apoyo de la empresa privada para realizar un paro nacional de tres días
Los paros de 24 horas que se realizaron el año pasado inclusive no afectaron fuertemente las finanzas del régimen, según han demostrado las cifras oficiales, las cuales señalan que la recaudación el año pasado se tambaleó principalmente por la caída de las actividades económicas y derrumbe de la inversión y el consumo. Este año no es la excepción.
“Paro debe ser concertado”
Desde la Alianza Cívica no descartan realizar un paro nacional y acompañarlo con otras medidas para seguir presionando al régimen de Ortega. Pero, según José Pallais, toda medida debe de ser concertada entre todos los sectores y debe de ser inclusiva.
“La experiencia de los anteriores paros nos demuestra que el éxito depende del consenso y el apoyo de todas las fuerzas democráticas del país”, refiere el miembro de la Alianza Cívica.
Lea También: Dictadura de Ortega cierra cinco sucursales de la red farmacias Medco por sumarse al paro nacional
Desobediencia civil
Sobre las críticas que ha recibido la Alianza Cívica por no llamar a nuevos paros, Pallais señala que es momento de analizar los impactos de estas medidas, y que la Alianza ya tiene un plan de desobediencia civil que incluye otras medidas para seguir ejerciendo presión. Una de estas medidas es el paro vehicular que, según Pallais, “afectará sin duda a los negocios del régimen”, pero eso no significa que Ortega abandonará el poder por esa razón.
Así mismo, Cirilo Otero remarca que de realizarse o no un nuevo paro nacional, hay que mantener otras actividades como realizar piquetes, paros de consumo y no realizar gastos innecesarios.
Otras formas de presión
Los nicaragüenses en el exilio ya preparan un documento con otras medidas de presión que se van a realizar dentro y fuera de Nicaragua. Entre estas acciones se encuentra la paralización del envío de remesas a Nicaragua, la no compra de boletos aéreos desde y para Nicaragua y como medida extrema realizar un tranque en la frontera con Costa Rica para ejercer mayor presión.
Durante la insurrección sandinista contra la dictadura de Somoza, se realizaron varios paros nacionales. Uno de los más grandes fue el de 1978, que duró casi un mes y que dejó como resultado el desabastecimiento de los principales productos básicos, pero no necesariamente sacó del poder al dictador.
La escritora Gioconda Belli recuerda que los paros no fueron la única forma con que presionaron al dictador. “Son momentos distintos, Somoza estaba rodeado militarmente y presionado internacionalmente”, explicó.
Lea También: Dictadura orteguista impone cierre de empresas que participaron en paro nacional
Papel de empresarios
“Contra Somoza el gran capital estaba resentido porque el dictador estaba metido en todos los negocios. Por eso se unieron en su contra. Con Ortega los empresarios han recibido prebendas y se han corrompido”, recuerda Cirilo Otero.
Mientras que Eliseo Núñez hace hincapié en que es necesario crear una estructura que incluya a todos los sectores de la sociedad, para estar preparados ante lo que venga. “Ya no es momento de darle espacio a Daniel Ortega, su modelo de represión tarde o temprano lo va a llevar a otra explosión social”, aseguró Núñez.
Lea También: Régimen de Daniel Ortega vierte tres duras amenazas contra el sector privado en víspera del paro nacional