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Zonas quemadas de la selva amazónica, cerca de Abuna, estado de Rondonia, Brasil. LA PRENSA/ AFP/CARL DE SOUZA

Soy un árbol que hoy muere ante tu mirada

Compartimos con ustedes el poema "Yo soy un árbol", del  nicaragüense Edgar Díaz que escribió sobre la Amazonia del Brasil, su flora y fauna, parte de ella desbastada por las llamas

Más de la mitad de los 79.513 incendios se han registrados en la Amazonía del Brasil, este año.  Los estragos de los incendios siguen grandes daños ambientales y continúan impactando a la comunidad internacional, así a cantautores, actores y escritores de varios países.

Compartimos con ustedes el reciente poema “Yo soy un árbol”, del  nicaragüense Edgar Díaz (Camoapa, 1991) que escribió sobre la Amazonia del Brasil, su flora y fauna, parte de ella desbastada por las llamas.

Lea además: Siento un inmenso dolor por la destrucción del Amazonas /Luis Enrique Mejía Godoy

Díaz, quien actualmente  reside en Alicante (España), ha publicado los libros: “Tiempos de sombras, vientos y espumas” (2017)  y “Las cenizas del espejo” (2018). Así poemas  en diversas revistas de Hispanoamérica.

Un activista se manifiesta durante una protesta convocada por intelectuales y artistas contra la destrucción de la selva amazónica, en la playa de Ipanema en Río de Janeiro, Brasil, el 25 de agosto de 2019. LA PRENSA/AFP /Mauro Pimentel

Yo soy un árbol

Yo soy un árbol que ha nacido como un niño de un vientre materno,
al igual que todos mis hermanos han venido a este mundo.

Me han visto nacer y me han visto crecer miles de aves
y animales e insectos,
pero, tristemente hoy también mueren a mi lado,
como siendo fieles a su nido y a su sombra que un día les di.

No pueden escapar, no puede ir a otro planeta ni volver
a vivir otra vez en los brazos cálidos de la naturaleza.

Hoy ha muerto gran parte de mi vida,
mis venas están ardiendo en llamas aún,
el corazón lo tengo marchito,
al igual que mi madre tiene los labios sangrientos,
y el cuerpo agrietado y en carne viva…

Y mi alma pide a gritos una gota de agua porque mi garganta
se ha atragantado con el veneno maldito de este humo.

¡Soy un árbol que pide auxilio, quizás el último que ahora vive,
quizás el último que grita desde la oscuridad mortal de la noche
o, desde la boca misma del infierno!

¡Soy un árbol que da vida
a los humanos, un árbol que vive por ti y los tuyos!

Soy un árbol que hoy muere ante tu mirada, pero quizás mañana, pero quizás mañana
tú puedes ser el próximo hijo que no se escape de las garras del fuego,
sin tan siquiera poder salvarte en la mirada de “Pachamama”.

“Soy la hoja misma que un gusano mide con su cuerpo”.

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