Las autoridades del Consejo Nacional de Universidades (CNU) citaron a Francisco Telémaco Talavera Siles, expresidente del CNU y al académico y analista político Oscar Castillo Guido, exasesor legal de la misma institución, por una auditoria interna practicada durante sus gestiones en tales cargos. Ambos están fuera de Nicaragua, el primero por problemas de salud y el segundo por cuestiones académicas.
Según la documentación en manos de LA PRENSA, la citación es para que comparezcan ante la Unidad de Auditoría Interna del CNU, a fin de darles a conocer las diligencias que se están practicando en la Auditoria de cumplimiento al Sistema de Administración Financiera del Registro y control de los ingresos y egresos de los fondos propios del CNU. El período auditado va del 1 de enero al 31 de diciembre de 2018, mientras fungían en sus cargos.
Talavera se fue del país en junio de 2018 por problemas de salud y mediante una carta reconoció a las nuevas autoridades electas en el CNU y depuso su cargo como rector de la Universidad Nacional Agraria (UNA), cuya comunidad universitaria se atrincheró en en apoyo a las protestas en abril de 2018. Luego fue declarado por las nuevas autoridades de la UNA como rector emérito.
Talavera calló ante la represión, Castillo respaldó a los estudiantes
Durante la rebelión de la comunidad universitaria en el 2018, contra el régimen de Daniel Ortega, los dos personajes jugaron papeles antagónicos. Castillo apoya la autonomía universitaria y respaldaba a los universitarios en su derecho constitucional a la protesta pacífica; mientras Talavera fingió un falso secuestro por estudiantes atrincherados en la Upoli y no se pronunció como presidente del CNU sobre la violación a la autonomía universitaria y la masacre de estudiantes perpetrada por la Policía Orteguista, parapoliciales y paramilitares al servicio del régimen.
El funcionario ingresó en una ambulancia a la Upoli y luego medios oficialistas informaron de un supuesto secuestro que fue desmentido por médicos y sacerdotes que se encontraban en el lugar. Además, fue criticado por su trabajo poco beligerante desde el CNU en las protestas estudiantiles, pues se violó la autonomía universitaria, ya que policías invadieron las universidades públicas y causaron destrozos, a pesar de las restricciones legales y no se pronunció.
Fue hasta antes de salir del país, que Talavera denunció que policías habían entrado a agredir a los estudiantes de la UNA, que estaban atrincherados en dicha casa de estudio.