El régimen de Daniel Ortega, nombró de manera oficial como embajador de Turquía a Duilio José Hernández, quien se encontraba en Costa Rica, como representante de Daniel Ortega, pese a que el gobierno de ese país nunca le dio el placet de acreditación diplomática.
Cabe mencionar que Ortega al mover a Hernández tampoco nombró a un representante en sustitución de este.
Para los ex diplomáticos, José Dávila y Francisco Aguirre Sacasa, la movida de Ortega ahonda aún más el enfriamiento en las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica.
“Se profundiza el mal momento de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Costa Rica. Costa Rica no ha dado el placet correspondiente a los últimos embajadores propuestos por Nicaragua. Es un silencio diplomático que significa rechazo o a la persona nombrada o a la acreditación como tal en estos momentos”, consideró el ex embajador de Nicaragua, José Dávila.
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De acuerdo a Dávila, Ortega continúa cometiendo errores en materia de política exterior con lo que provoca el aislamiento del país ante la comunidad internacional.
“Nombrarlo para Turquía es improvisación, y una muestra de lo presurosa y errática que está la política exterior de Nicaragua. Al aislamiento al que ha sometido a Nicaragua el régimen de Ortega, hay que sumar una serie de errores diplomáticos que desfiguran más a Nicaragua en el espacio de las relaciones internacionales”, indicó Dávila, ex embajador nicaragüense en Alemania y Suiza.
Relaciones más frías
Aguirre Sacasa, ex canciller de Nicaragua, asegura que esta última acción de Ortega enfría aún más las relaciones entre ambas naciones.
“Claramente las relaciones entre los dos países se encuentran en su punto más frío en décadas. Desde 1990 para acá, hemos tenido litigios fronterizos con Costa Rica, pero estos se resolvieron en La Haya y nunca suspendimos nuestras relaciones a nivel de embajador”, recordó Aguirre Sacasa.
El ex canciller asegura que no es buen tacto político el hecho de que Nicaragua mantenga relaciones tensas con Costa Rica, a quien destaca por ser un país respetuoso de los derechos humanos y la reputación de ser uno de los países más democráticos de la región.
“¿Qué significa? Pues que Nicaragua tiene un gobierno que lo adversa diplomáticamente. Y no es un país cualquiera. Costa Rica tiene la reputación de ser uno de los países más democráticos y con mejor récord en cuanto a derechos humanos del hemisferio. Eso le da un peso mucho más que apetece por su tamaño en foros internacionales en la OEA”, destacó Aguirre Sacasa.
Las acciones diplomáticas de Ortega se dan en momentos en que el gobierno de Costa Rica protestó al régimen de Nicaragua por la muerte de un ciudadano nicaragüense, según el gobierno, a manos del Ejército de Nicaragua. El gobierno tico también asegura que el ciudadano fue asesinado en su territorio.
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