La posición del régimen de Daniel Ortega de responder con una nota policial a la denuncia de Costa Rica, sobre la incursión militar a su territorio, es considerada por los críticos como “encubrimiento”.
Aunque el Ejército de Nicaragua es el principal aludido en este caso, hasta este miércoles no se había pronunciado sobre la denuncia de Costa Rica, sino que lo hizo la Policía Orteguista (PO) con un nota de prensa.
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La nota señala de “delincuente” al nicaragüense muerto, pero no se explica su muerte y no menciona al Ejército.
“El gobierno está encubriendo al Ejército. Fijate bien que no dicen quién mató al supuesto delincuente, aunque reconocen que hay un hombre muerto, solamente dicen que la Policía está investigando”, dijo el exembajador de Nicaragua ante las Naciones Unidas, Julio Icaza Gallard.
El lunes 26 de agosto, las autoridades de Costa Rica comenzaron a investigar la incursión de militares nicaragüenses a su territorio, señalados por testigos de entrar a matar a un nicaragüense que perseguían.
Estos hechos fueron confirmados el martes reciente por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica e inmediatamente el gobierno de ese país expresó “su más enérgica y rotunda protesta” en contra de la dictadura de Daniel Ortega.
Icaza dijo que en este caso Nicaragua no puede alegar que fue una “incursión en caliente”, similar a la que permite la violación de la propiedad privada o el domicilio cuando se persigue a un delincuente, porque el derecho internacional es diferente al derecho interno.
El exembajador de Nicaragua en Alemania, José Dávila, manifestó que este hecho denunciado por Costa Rica no es ajeno a la realidad que vive Nicaragua.
“Todo lo que suele suceder en Nicaragua es consecuencia de un país que reprime a su pueblo y de unos ciudadanos que van huyendo a un país más seguro, como es Costa Rica. Entonces, esa narrativa de los hechos es imaginable. De aquí está huyendo la gente y allá está encontrando refugio”, manifestó Dávila.
El exdiplomático refirió que Costa Rica podría recurrir a instancias internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) o las Naciones Unidas, para solicitar la conformación de una comisión experta en esos incidentes.
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Esta comisión tendría que llegar al lugar de los hechos a recoger datos y elaborar un dictamen que deslinde responsabilidades y señale la veracidad de lo ocurrido. Según Dávila, el Ejército debe colaborar en la investigación.
El exdiplomático también dijo que ese incidente es un indicio de que la crisis en Nicaragua no solo persiste, sino se profundiza cada día más.